Suculentas: cuál es la mejor temporada para podarlas y cortar sus raíces

Las suculentas se han convertido en las favoritas de muchos amantes de las plantas debido a su belleza y facilidad de cuidado. Sin embargo, existe un tema poco explorado y a menudo incomprendido en el mundo de las plantas: la poda de raíces. Para algunos, la idea de podar las raíces de estas hermosas plantas puede parecer intimidante, pero en realidad, es una práctica beneficiosa que puede mejorar su salud y su crecimiento .

Las raíces son la base de cualquier planta, ya que son responsables de la absorción de nutrientes y agua del suelo. A medida que las suculentas crecen, sus raíces también lo hacen, y esto puede llevar a problemas invisibles pero perjudiciales para la planta. Aquí te explicamos cuándo y por qué considerar la poda de raíces:

Aunque cuides tus suculentas con cariño, es posible que comiences a notar problemas inexplicables en tus plantas. Estos problemas pueden deberse a plagas invisibles que se esconden en las raíces. Antes de trasplantar tus arbustos un nuevo sustrato y maceta, es aconsejable revisar detenidamente las raíces. Si detectas signos de infestación por plagas como nematodos o cochinillas, la poda de raíces puede ser la solución. Al cortar las raíces afectadas y limpiar la planta, permites que crezcan raíces nuevas fuertes y saludables.

Cómo podar las raíces de tus suculentas:

La poda de raíces es una práctica que se debe realizar al trasplantar tus suculentas a una nueva maceta y sustrato. Aquí te ofrecemos una guía paso a paso para hacerlo de manera efectiva:

•  Retira la suculentas de su maceta y elimina cuidadosamente el sustrato antiguo. Examina las raíces y, si es necesario, utiliza tijeras o un cúter desinfectados con alcohol para recortar las raíces largas o enredadas.

• Deja que los cortes de las raíces cicatricen durante al menos tres días para evitar infecciones y enfermedades. Puedes aplicar un enraizante o canela en el área cortada para prevenir la formación de hongos.
• Prepara una nueva maceta con sustrato fresco y trasplanta la planta. Asegúrate de enterrar el tallo adecuadamente en el sustrato. No riegues la suculenta durante aproximadamente una semana después del trasplante para permitir su adaptación y evitar la pudrición de las raíces