Receta
Polenta rellena, sedosa y sabrosa: todos los trucos para una receta económica y bien casera
Este menú es uno de los más recreados de diversas maneras en los días donde el frío nos sorprende.La polenta rellena es uno de los menús más fáciles de hacer y una de las formas más tiernas y ricas de presentar algo tan básico como el maíz molido. Cada cocinero le puede dar el gusto que deseé, ya que hay muchas formas de presentar este gran plato, nutritivo y económico.
La polenta rellena que prepararemos con esta receta tendrá jamón y queso y además se presentará gratinada con mozzarella o queso parmesano. Sin embargo, vos podés hacer tu propio pastel con el relleno que más te guste.
Si querés una opción vegetariana de la polenta rellena, la soja texturizada es una buena opción; también se puede hacer con carne molida, y así tendrás una alternativa del famoso pastel de papas. ¡Todo quedará en tus manos!
Ingredientes
- 2 tazas de leche
- 2 tazas de agua
- 1 taza de polenta
- 1 cda. de manteca
- Sal y pimienta a gusto
- Queso parmesano o mozzarella a gusto
- 200 g de queso tybo
- 200 g de jamón
Modo de preparación
- Para una buena polenta rellena es básico lograr una base cremosa y tierna, por lo tanto te recomendamos preparar la polenta con la mezcla perfecta de leche, agua y el toque de manteca, pero, si no tenés estos ingredientes, preparalo con agua y aceite o un caldo agregado.
- En una cacerola, poné a hervir el agua con la leche y la manteca. Opcionalmente podés agregar un caldo o condimentar con sal, pimienta y especias a gusto. Una vez que rompa el hervor, agregá la polenta en forma de lluvia y batí con un batidor de alambre o una cuchara de madera: no dejes de hacerlo, para evitar la formación de grumos.
- Cociná la polenta durante un minuto o hasta lograr un espesor agradable. Como opción, podés agregar queso parmesano en este momento y mezclar bien, para darle una consistencia todavía más sabrosa.
- Elegí un molde para la polenta rellena y colocá una primera parte de la porción preparada. Con una cuchara de madera, esparcirla bien por toda la base y aplanala. Distribuí por toda la superficie del pastel de polenta el jamón y el queso. Si fuera de tu agrado, podés agregar hierbas o algún ingrediente sorpresa, como aceitunas o rodajas de tomate.
- Completá el exquisito menú con más polenta bien distribuida por todos los bordes, para que se cubra toda la superficie. Por arriba, distribuí queso parmesano o mozzarella y llevá al horno para gratinar
- Una vez derretido el queso y dorada la superficie, servilo y aprovechá este plato caliente para disfrutar toda la textura de este alimento.