Mermelada casera de frutilla con pocos ingredientes: la receta perfecta para esta temporada

Estamos en temporada de frutillas y lo mejor que podemos hacer ahora es comprarlas y conservarlas de diferentes formas. Una de ellas es con una mermelada casera de frutilla que podrá ser usada en diferentes preparaciones y enloquece a cualquiera que la pruebe. 

Hoy te vamos a enseñar a hacer este dulce tan particular que les gusta a todos y que acompaña muy bien desayunos y meriendas, pero también es utilizado para rellenar tartas, tortas y hasta para acompañar una porción de yogurt griego. La mermelada casera de frutilla es todo lo que necesitás probar hoy. 

Ingredientes

• 500 g de frutillas
• 250 g de azúcar blanca o mascabo
• 2 g de agar-agar, glucosa o el espesante que prefieras
• Jugo de 1 limón

Modo de preparación

• Lavá y limpiá las frutillas. Sacales las partes que estén malas y las hojas, escurrilas y picalas en trozos chicos. Si querés una mermelada casera de frutilla con pedacitos de fruta, entonces dejá algunos pequeños trozos sin moler; triturá el resto según tu gusto. 
• Colocá en una cacerola las frutillas, la mitad del azúcar que indica la receta y el jugo de limón. Mezclá estos ingredientes cada tanto y cociná durante 10 o 15 minutos a fuego medio. 
• Por otro lado, mezclá el espesante y el azúcar que restó. Remové bien y, cuando logres una mezcla homogénea, volcá esta preparación en la mermelada casera de frutilla: hacelo despacio, en forma de lluvia, y continuá con el mezclado.
• Dejá cocinar esta jalea durante 5 minutos más a fuego fuerte y sin dejar de remover, para evitar que se queme en el fondo de la cacerola y se amargue la mermelada casera. 
• Si tenés un termómetro, lo ideal es que corrobores que llegue a 105ºC, luego retirá del fuego la mermelada casera de frutilla y dejá que se atempere para conservar en frío luego. 

Cómo esterilizar un frasco de vidrio

Lavá bien un frasco de mermelada que tengas para reutilizar. Corroborá que la tapa esté en buen estado, que no haya picaduras de hierro, sabores u olores de lo que haya conservado antes. 

Luego limpialo con alcohol, dejalo escurrir y secar. Embotellá la mermelada bien tapada y conservala en la heladera. Como esta preparación casera no tiene conservantes, lo ideal es que la consumas en el transcurso de los días siguientes.