Bambú
Bambú de la suerte: por qué la primavera es una época especial para tenerlo en casa
Cuidar esta planta puede ser una tarea sencilla si se siguen algunos consejos básicos.La belleza de la naturaleza puede convertirse en una parte integral de la decoración de tu hogar y una planta que está ganando cada vez más popularidad en este sentido es el bambú de la suerte o llamada científicamente Dracaena sanderiana. Esta planta, con su nombre peculiar, pertenece a la familia de las agaváceas, la cual incluye al tronco de Brasil y a la drácena de Madagascar.
El bambú de la suerte se destaca por su apariencia única y elegante. Se presenta como una vara recta que puede variar en longitud desde unos modestos 10 cm hasta un metro completo. Lo que hace particularmente llamativos a estos arbustos son los nudos en la vara, de los cuales emergen los brotes, y los entrenudos, que albergan las raíces de la planta.
Uno de los rasgos distintivos del bambú de la suerte es su parte superior, que a menudo se denomina “sacacorchos”. En realidad, esta zona consiste en un pequeño tallo que se enrolla en un espiral, añadiendo un toque inusual y atractivo a la planta. Esta característica singular le otorga una presencia que lo hace destacar en cualquier entorno, convirtiéndolo en una opción intrigante para la decoración de interiores.
El bambú es una planta de interior popular en la decoración de hogares debido a su aspecto minimalista y la primavera es una época especial para tenerlo en casa. Acá tenés algunos consejos sencillos para cuidar adecuadamente este arbusto:
- Nutrientes: alimentá tu bambú de interior con un fertilizante equilibrado de uso general durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Reducí la frecuencia de fertilización en otoño e invierno.
- Poda: eliminá las hojas amarillentas o marchitas para fomentar el crecimiento saludable. Utilizá tijeras limpias y afiladas.
- Control de plagas: vigilá de cerca tu planta de bambú en busca de signos de plagas como pulgones o ácaros. Si los detectás, tratá la planta de manera adecuada para evitar daños.
- Humedad: el bambú prefiere niveles de humedad moderados a altos. Podés aumentarla rociando las hojas o colocando una bandeja con agua cerca de la planta. Si el ambiente es muy seco, considerá usar un humidificador.
- Transplante responsable: si decidís trasplantar tu bambú a una maceta más grande o al suelo, asegurate de hacerlo con cuidado para no dañar las raíces sensibles.