POLLO

Pequeños detalles que te pueden salvar la vida: cómo saber si el pollo está en mal estado

Seguí estas recomendaciones a la hora de comprar o conservar esta carne.
lunes, 25 de septiembre de 2023 · 03:00

El pollo es una de las carnes más consumidas en nuestro país, no solamente por su precio, sino porque es nutritiva: tiene un porcentaje bajo en grasas, es rica en proteínas y su valor energético es relativamente bajo. No obstante, hay que tener mucho cuidado a la hora de comprarlo o conservarlo, ya que puede estar en mal estado.

Los especialistas indican que, a menudo, el pollo puede estar contaminado con bacterias Campylobacter, Salmonella o Clostridium perfringens. Es por eso que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos lanzó una guía de seguridad alimentaria, la cual ahora te resumimos para que la uses como uno de los trucos de cocina más importantes y evitarás así contraer enfermedades.

Qué tener en cuenta antes de cocinarlo.

¿Cómo saber si el pollo se encuentra o no en buen estado?

1- Revisar que no esté vencido

Suena obvio, pero es importante que se chequee la fecha de caducidad, ya que si esta carne no se congela, debe ser consumida en un plazo máximo de uno o dos días. En el congelador, puede mantenerse durante largos períodos de tiempo. 

Hay que estar atentos a varias características.

2- Revisar su color, olor y tacto

La Fundación Española para el Corazón advierte que su piel ha de ser lisa, fresca y húmeda. Debés fijarte que no conserve restos de plumas ni tenga manchas oscuras. El color del pollo ha de ser uniforme, entre amarillo y blanco, la carne firme y no debe despedir olor desagradable.

En cambio, si tiene un olor agrio, su piel tiene un tono grisáceo o verdoso y despide una baba pegajosa y gruesa, se debe desconfiar. En este caso, lo mejor será tirarlo a la basura. 

El color recomendable del pollo.

3- No se debe lavar antes de cocinarlo

Hay quienes piensan que de esta forma se eliminan las bacterias, pero lo que realmente se consigue es extender los microorganismos que pueda contener, ya sea en la mesada, la pileta o en nuestra propia ropa. Sus jugos se pueden propagar en la cocina y contaminar otros alimentos, utensilios y mesones.

Se cocina directamente.

Lo que recomienda el CDC es lavarse las manos al menos durante 20 segundos con agua tibia antes de manipular esta carne. Además, la forma más segura de acabar con los microorganismos es cocinarlo a una temperatura no menor a 74 grados centígrados. ¿Lo sabías?

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