Stevia casero: no gastés más en edulcorante y mirá lo fácil que es prepararlo para usar con todo

Si querés aportarle un sabor dulce a tus preparaciones o infusiones, sin descuidar el aporte calórico, tenemos la solución para vos. El stevia casero es una opción natural, que podés utilizar de la misma manera que lo hacés con aquel que comprás en el supermercado, pero sin gastar de más.

Sin aditivos ni conservantes, vas a tener un stevia casero para endulzar el mate, té, café o la infusión que quieras; como así también podés sumarlo a cualquier receta: galletas, bizcochuelo, budín, panqueques, entre muchísimas más. Este extracto solo requiere de dos ingredientes y te rendirá muchísimo.

Sabemos lo costoso que es en el mercado, por eso te ayudamos a economizar y, a la vez, a cuidar tu salud sin consumir edulcorantes que no son recomendables. Te dejamos el paso a paso de cómo hacer este stevia casero de forma fácil y sin gastar de más. Lo único que necesitás es agua y 200 gramos de stevia que podés comprar en dietéticas.

Preparación:

Primero, colocá en una olla un litro de agua y llevala a la hornalla a fuego máximo.

Luego, agregale 20 gramos o lo equivalente a un puñado de hojas de stevia, que podés conseguir en las dietéticas, también conocida como yerba dulce. Mezclá con una cuchara.

Una vez que hierva, mantené entre 8 a 10 minutos el punto de hervor y retirá del fuego. No lo extiendas más, porque corrés el riesgo de que se amargue la preparación.

Retirá del fuego y colá las hojas. Después, llevá la preparación para darle nuevamente una cocción, pero esta vez a fuego mínimo, durante una hora, hasta que se reduzca. Debe quedar de un marrón intenso.

Finalmente, dejala enfriar. Más tarde, colocala en un gotero o en un frasco de vidrio que tengas en tu casa. Reservá en la heladera hasta 15 días, aproximadamente. Ahora sí que no tenés excusas para endulzar tus preparaciones sin calorías y de una forma natural. ¡No olvidés compartir esta receta!