Sin gastar fortuna, cómo lograr que las cajoneras en tu hogar huelan rico

Nada se compara con la satisfacción de vestir prendas que desprenden frescura y fragancia, como recién de salidas del lavarropas. Sin embargo, el olor a cerrado que a menudo invade la ropa que guardás en los cajones puede interponerse en la experiencia. ¡Pero no te preocupes! Acá te presentamos trucos y consejos infalibles para mantener el buen aroma en tu ropa y disfrutar de ese perfume tan especial cada vez que abres tu ropero.

Implementá estos trucos sencillos y efectivos para asegurarte de que cada vez que abras un cajón, te envuelva un aroma agradable y fresco, alejando cualquier rastro de olor a cerrado. ¡Olvidate de la humedad y descubrí el placer de tener tu ropa siempre lista para usar!

1. Bolsitas de tela con hierbas aromáticas:

Las bolsitas de tela rellenas de hierbas aromáticas, como lavanda, romero, tomillo o menta, son un clásico infalible para mantener el buen olor en los cajones. Estas bolsitas no solo absorben olores desagradables, sino que también ocupan poco espacio. ¿Te animás a personalizarlas y crear tus propios ambientadores caseros?

2. Papeles perfumados para cajones:

Los papeles perfumados son una opción rápida y sencilla para forrar y perfumar los cajones de la ropa. Podés elegir entre una variedad de fragancias, desde clásicas como rosas y lavanda hasta opciones más exóticas como jazmín o frutas. Además, la diversidad de diseños disponibles agrega un toque estilizado a tus cajones.

3. Jabones sólidos en cajones:

El truco atemporal de guardar pastillas de jabón sólido en los cajones sigue siendo efectivo. Estos tesoros aromáticos no solo desprenden un aroma duradero, sino que también añaden una experiencia sensorial al abrir tu placard. Optá por pastillas de jabón de rosas para dar a tu ropa un toque de gloria aromática.

4. Discos de madera con aceite esencial de Cedro:

Para una opción natural y efectiva, considerá los discos de madera con aceite esencial de cedro. Estos discos, libres de químicos tóxicos y naftalina, ofrecen un aroma fresco y agradable mientras repelen polillas. Colocalos en perchas o entre prendas pequeñas para disfrutar de una sensación duradera de frescura en armarios, cajas, cajones y zapateros.