No descartes tu tender viejo y oxidado: con simples trucos dejalo como nuevo y durará muchos años

El tender es uno de los objetos de nuestro hogar que utilizamos a diario, ya que es muy práctico a la hora de acelerar el secado de nuestras prendas. Además, la ventaja es que es transportable y se puede colocar tanto en el interior como en el exterior de nuestra casa. La única desventaja es que, con el paso del tiempo, puede deteriorarse y oxidarse al estar expuesto a las inclemencias del tiempo. 

Por supuesto, todos tenemos un tender que después de algunos años no se encuentra en condiciones de seguir cumpliendo su función, ya que el óxido puede manchar la ropa y por eso lo dejamos a un lado. No obstante, este es uno de los mejores trucos caseros para restaurarlo, sin gastar mucho dinero y con elementos que encontrarás fácilmente. ¡Manos a la obra!

Materiales:

- Tender viejo

- Masilla artesano

- Virulana

- Pincel

Procedimiento, paso a paso:

1- Para poder arreglar tu tender oxidado y viejo, lo primero que debés hacer es conseguir masilla de artesano, que la vas a encontrar muy fácil. En este caso, no se necesita tratamiento previo, ya que este producto se adhiere en superficies húmedas.

2- Moldeá unas bolitas para colocarlas en los vértices, se formará una masa homogénea de color gris, similar a la plastilina. Si está muy oxidado, fabricarás una masilla para hacer una especie de tornillo o tapón para tapar las puntas del tender.

3- Ahora, pintá el tender con desoxidante con la ayuda de un pincel. Este paso es fundamental para que todas las partes afectadas por el óxido queden completamente cubiertas y puedas trabajar de forma adecuada, para que el efecto sea más duradero. Dejá secar 20 minutos, verás que las zonas quedan blancas. 

4- Otro paso muy importante en este proceso es lijar con virulana, lo cual ayudará a que se vaya despegando toda esa pintura oxidada. Vas a notar que tu tender empieza a verse renovado de a poco.

5- Finalmente, pintá el tender con un aerosol del color que quieras, en este caso, se eligió el gris, pero podés usar el que más te guste. ¡Y listo! Con estos simples pasos, te quedará como nuevo, sin gastar de más y de forma fácil.