Jengibre
Jengibre: cómo cultivarlo en macetas y aprovechar la cosecha al máximo en la cocina
Te damos estos datos que seguramente te serán de gran ayuda a la hora de tener este tipo de planta.El jengibre no solo es una planta bonita y ornamental, sino que también aporta un sabor fresco a tus tés, caldos y sopas. Al hacer crujir sus hojas, se libera un aroma celestial que no solo estimula el sentido del olfato, sino que también promete beneficios para la salud.
Tradicionalmente, esta planta se utilizó para combatir males como la gripe, alergias y fiebre, ofreciendo una alternativa natural a los productos farmacéuticos. Aunque suele asociarse con regiones cálidas como China, India y Nepal, cada vez es más común encontrar el jengibre cultivado en hogares, lo que permite a los amantes de la cocina cosechar rizomas frescos para sus recetas.

Siguiendo estos simples pasos, estarás en camino de tener tu propio jengibre fresco en casa, listo para añadir un toque saludable y delicioso a tus platos favoritos. Cultivar esta mata no solo es una actividad gratificante, sino también una forma de disfrutar de los beneficios de esta planta medicinal directamente desde tu propia huerta.

El inicio del cultivo: Paso a Paso
Elección del Jengibre: Comenzá comprando un trozo de jengibre con varios nódulos y bultos en las puntas. Estos son los cogollos, y es preferible elegir trozos voluminosos con piel más fina y clara.
Germinación: Colocá el jengibre en un vaso con agua durante 3-4 horas para que absorba la humedad necesaria para germinar.
Preparación para la siembra: Sacá los trozos del recipiente, dejalos húmedos (sin secar) y colocalos en una bolsa de plástico durante una semana. Durante este tiempo, aparecerán pequeños brotes, indicando que están listos para ser sembrados.

Elección del contenedor: Optá por una maceta o recipiente con una superficie amplia, ya que el crecimiento del jengibre es rastrero. Una profundidad de 10-15 cm es suficiente, y asegurate de hacer agujeros en el fondo para el drenaje.
Preparación del sustrato: Agregá sustrato o tierra a la maceta, recomendando la adición de perlita para favorecer el drenaje.
Siembra del Jengibre: Colocá los trozos de jengibre sobre el sustrato y enterralos ligeramente, dejando las yemas por fuera. Si un trozo tiene dos brotes, se puede partir para obtener más ejemplares.
Riego: El riego es crucial. Realizá riegos ligeros y frecuentes cada 2 o 3 días, evitando mojar directamente los rizomas.