Errores comunes y cuándo debemos lavarnos las manos, según Alberto Cormillot

Alberto Cormillot, reconocido médico argentino especializado en nutrición y salud pública, ha sido una figura prominente en la promoción de hábitos saludables a lo largo de su carrera. Recientemente, a través de sus redes sociales, ha enfatizado la importancia de la higiene y el lavado de manos, especialmente en el contexto de la prevención de enfermedades infecciosas.

Alberto Cormillot ha subrayado que el lavado de manos es una de las medidas más efectivas y sencillas para prevenir la propagación de enfermedades. Según él, nuestras manos están en constante contacto con superficies y objetos que pueden estar contaminados con microorganismos patógenos.

 Estos microorganismos pueden transferirse fácilmente a nuestro cuerpo a través de acciones cotidianas como tocarse la cara, comer o preparar alimentos. Cormillot ha enumerado varias situaciones clave en las que es crucial lavarse las manos para minimizar el riesgo de infección:

Antes de comer: Para asegurarse de que no se ingieren microorganismos patógenos. Después de ir al baño: Las manos pueden contaminarse con bacterias fecales que pueden causar enfermedades gastrointestinales. Después de toser o estornudar: Para evitar la propagación de virus respiratorios.

Después de tocar animales: Los animales pueden ser portadores de bacterias y parásitos. Después de manipular basura: La basura puede contener una variedad de microorganismos dañinos. Después de tocar superficies en lugares públicos: Como pasamanos, picaportes y botones de ascensores, que son tocados por muchas personas y pueden estar contaminados.

A pesar de la importancia del lavado de manos, Cormillot ha señalado que muchas personas cometen errores comunes que reducen la efectividad de esta práctica. Algunos de estos errores incluyen: No lavarse las manos durante el tiempo suficiente: Para que el lavado de manos sea efectivo, debe durar al menos 20 segundos. Muchas personas no cumplen con este tiempo mínimo.

Más errores

No usar suficiente jabón: El jabón es crucial para eliminar los microorganismos de la piel. Usar una cantidad insuficiente puede dejar residuos de bacterias y virus. No frotar todas las partes de las manos: Es importante asegurarse de frotar todas las áreas, incluyendo entre los dedos, el dorso de las manos y debajo de las uñas.

La promoción de la higiene y el lavado de manos por parte de Alberto Cormillot es un recordatorio crucial de cómo una práctica tan simple puede tener un impacto significativo en la salud pública. Al seguir las recomendaciones adecuadas y evitar los errores comunes, podemos reducir significativamente el riesgo de contraer y propagar enfermedades infecciosas.