GUATEMALA
Militares retirados de Guatemala asaltaron por la fuerza el Congreso Nacional
Se registraron fuertes disturbios y choques con las fuerzas de seguridad de Guatemala.
Una marcha de militares retirados en Guatemala terminó en violencia este martes luego de que un grupo de veteranos ingresaran por la fuerza a la sede del Congreso de la Nación y provocaran graves destrozos en la sede legislativa. Se registraron fuertes disturbios y choques con la policía nacional.
La manifestación, que arrancó de forma pacífica en horas de la mañana, culminó en una intensa ola de enfrentamientos violentos entre los cuerpos de seguridad del país y los militares retirados. Según las autoridades del Congreso de Guatemala, durante el asalto los manifestantes quemaron una decena de vehículos de los congresistas.
De acuerdo con el reporte del diario La Prensa de Guatemala, los exmilitares allanaron el edificio administrativo justo cuando el órgano estaba en plena sesión, por lo que los congresistas tuvieron que esconderse dentro de las oficinas y en las salas de reuniones para evitar salir heridos. Afortunadamente, ninguno de los trabajadores del organismo salió lesionado durante el allanamiento.
Sin embargo, se confirmó que varios periodistas y camarógrafos resultaron levemente heridos tras la lluvia de piedras arrojadas por los manifestantes violentos. Se reportaron daños en las instalaciones del edificio, en varias oficinas, en las zonas del ascensor y en las puertas de ingreso del órgano.
Tras el incidente, las autoridades del Congreso unicameral de Guatemala se vieron obligadas a suspender las sesiones de debates pautadas para toda la semana, o por lo menos hasta que se puedan reparar los daños que dejaron los manifestantes.
La demanda de los veteranos guatemaltecos
En lo que va de año, los exmilitares han realizado decenas de movilizaciones pacíficas y cortes de carreteras en todo el país para exigir al Gobierno de Guatemala una bonificación especial para todos aquellos veteranos que sirvieron a la nación durante el conflicto interno guatemalteco, entre las décadas de los sesentas y finales de los noventas. Se trata de una compensación por “servicios prestados” que contempla unos 15.500 dólares para cada exmilitar.
