Brasil exige en las calles la salida del presidente Jair Bolsonaro 

Cientos de miles de personas participaron este sábado en una nueva jornada masiva de protestas contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, justo cuando falta un año para que se lleven a cabo las elecciones presidenciales del país sudamericano.

Las multitudinarias movilizaciones de hoy fueron convocadas por diversos movimientos sociales, organizaciones estudiantiles, sindicatos gremiales y partidos políticos de izquierda y centroizquierda del país. Todos repudian la gestión gubernamental del presidente de Brasil y exigen un juicio político en su contra. 

Las manifestaciones transcurrieron de forma pacífica durante todo el día y la consigna “Fuera Bolsonaro” se escuchó al unísono en todo el territorio de Brasil. Las movilizaciones de Río de Janeiro, Belo Horizonte, Brasilia, Sao Paulo y Salvador de Bahía fueron las que mayor cantidad de personas congregaron. Se estima que más de 200 mil personas participaron en cada una de estas.

Desde hace varias semanas, el rechazo a la figura presidencial de Jair Bolsonaro ha ganado fuerza en todo el país, a tal punto que organizaciones del arco progresista y grupos conservadores han pasado a engrosar las filas de la oposición. 

Este es el caso las organizaciones de derecha: el Movimiento Brasil Livre (MBL) y Vem Pra Rua (VPR), que han abandonado al dirigente para apoyar a otros candidatos derechistas o conservadores. 

Reelección de Bolsonaro en jaque

La posibilidad de un eventual regreso al poder de Luiz Inácio Lula da Silva ha puesto en jaque las intenciones del dirigente de postularse a una reelección presidencial en octubre del 2022. 

Pero no solo la figura de Lula ha sido la responsable de desdibujar estas pretensiones ya que, actualmente y además, Bolsonaro se enfrenta a una investigación por un supuesto entramado de corrupción en la compra de vacunas, más de 100 pedidos de impeachment en espera, acusaciones por el mal manejo de la pandemia y un "orgulloso negacionismo" que para muchos ha sido la causa de la pérdida de casi 600 mil personas en todo Brasil.

Todo esto ha obligado al pueblo brasileño a exigir formalmente ante la Cámara de Diputados la destitución inmediata del dirigente y a cortar sus ilusiones sobre una posible reelección.