El drama humanitario no cesa: MSF rescata a decenas de refugiados en las aguas del Mediterráneo

Se recrudece la crisis migratoria en el Mediterráneo. Este domingo, una embarcación de la Organización No Gubernamental (ONG) Médicos Sin Fronteras (MSF) logró rescatar con vida a casi 200 personas que viajaban a bordo de dos rudimentarias embarcaciones de goma provenientes de Libia. Un país al norte de África que se encuentra sumergido en la extrema pobreza. 

Según las cifras publicadas por MSF, un total de 166 personas, entre ellos 43 mujeres y 27 niños, fueron rescatadas de dos barcos inflables cuando se dirigían a las costas de Europa. Al parecer, todos los refugiados se encontraban en precario estado de salud y con evidentes signos de deshidratación, señaló la ONG. 

Asimismo, detallaron que “en la primera embarcación viajaban unas 71 personas y en la otra se encontraban unos 95 tripulantes”. Además, MSF destacó que “ninguna de las dos contaba con suficientes chalecos salvavidas ni espacio para tantas personas”. 

En la víspera, otra embarcación de Médicos Sin Fronteras logró poner a salvo a otras 296 personas, en el marco de un operativo de salvamento financiado por Naciones Unidas y en el que participan 17 países de la Unión Europea. 

El rescate se produjo esta mañana dentro de las fronteras marítimas de Malta, uno de los países europeos más afectados por la crisis migratoria. Este archipiélago mediterráneo, ubicado entre las costas de Italia y el norte de África, se ha convertido en uno de los principales puntos de llegada para cientos de miles de migrantes que se aventuran a cruzar el peligroso mar Mediterráneo para escapar de la crisis humanitaria, la hambruna y las guerras en sus respectivos países. 

La fuerte crítica del papa Francisco

Precisamente, hoy el papa Francisco envió un fuerte mensaje a las naciones europeas para que refuercen sus “endebles” políticas migratorias y exhortó a las naciones a “abrir corredores humanitarios” para evitar las muertes en el mar Mediterráneo. 

En la misma línea, repudió a los países que “dejan a su suerte a los migrantes a bordo de embarcaciones” y criticó la negativa de la Unión Europea de aceptar las peticiones de asilo. 

Durante la homilía dominical del Ángelus, el sumo pontífice también condenó las masivas  deportaciones de migrantes a “países poco seguros” como Libia o Haití, donde actualmente se evidencia un tremendo drama humanitario que abarca desde lo político hasta lo social. Al tiempo que reclamó soluciones asertivas para “dignificar la vida de los refugiados y solicitantes de asilo”.