La exprimera dama de Haití asiste a la primera audiencia por el magnicidio de su esposo

Rodeada por un fuerte anillo de seguridad, la exprimera dama de Haití, Martine Moise, viuda del expresidente Jovenel Moise y la única testigo presencial de su brutal asesinato, acudió este miércoles a la sede principal del Palacio de Justicia de Puerto Príncipe para participar en la primera audiencia formal por el magnicidio de su difunto esposo.

La exconsorte del presidente de Haití primero visitó la sede administrativa del organismo para reunirse por separado con el instrucción Garry Orélien, quien será el juez a cargo del caso. Posteriormente, se trasladó a la sala de auditorios para declarar por primera vez públicamente desde el asesinato de su esposo, el pasado el pasado 7 de julio en horas de la madrugada (en su residencia privada en Puerto Príncipe, capital de la isla caribeña). 

Según detalló Aspil Magloire, miembro destacado del Colegio de Abogados de Haití, el proceso de audiencias indagatorias suele demorar varias semanas o meses, dado que esta parte del juicio es donde se llaman a declarar a todos los potenciales testigos del magnicidio.

El juicio por el asesinato del expresidente Jovenel Moise arrancó hace dos semanas, con la presentación de los alegatos de la defensa y la Fiscalía General de la República de Haití. En este, se juzgarán a los principales sospechosos del delito, pero aún no se tiene a un autor intelectual confeso.

Salud de la exprimera dama 

De acuerdo con el diario New York Times, Martine Etthiene de Moise ha sido sometida a casi una decena de intervenciones quirúrgicas tras el ataque perpetrado en su residencia hace ya tres meses, donde ella resultó gravemente herida por múltiples impactos de bala.

Un informe médico citado por el medio antes mencionado sugiere que “las heridas que recibió la exprimera dama en el área del abdomen ameritaron al menos dos intervenciones, mientras que su brazo izquierdo ha entrado a quirófano unas cinco veces para ser reconstruido con placas de titanio”. 

Desde que el presidente de Haití fue asesinado por un presunto grupo de mercenarios, la familia presidencial tuvo que trasladar su residencia hacia los Estados Unidos por razones de seguridad y para que Martine Moise recibiera atención médica de calidad.