GUATEMALA
El debilitamiento democrático en Latinoamérica fue uno de los temas abordados por la OEA
Durante la Asamblea General de la OEA, diferentes organizaciones presentaron sus peticiones acerca de los puntos que deben abordarse de forma urgente.
Para diferentes organizaciones que velan por los derechos humanos, un punto importante para garantizar las libertades en Latinoamérica es que la OEA (Organización de Estados Americanos) refuerce su trabajo para hacer cumplir la democracia en la región.
Durante años, diferentes organizaciones han cuestionado la incidencia de la OEA como observador de procesos electorales y, durante la Asamblea General de la entidad, diferentes coaliciones de la sociedad civil elaboraron un pliego de solicitudes.
Piden a la OEA que se enfoque en garantizar el fortalecimiento democrático, profundamente dañado en los últimos años en algunos países. Se profundizó en Venezuela, Nicaragua presenta graves señales y El Salvador avanza por un oscuro camino.
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos señaló la importancia de impulsar procesos internos más transparentes y participativos de postulación que contrarresten el debilitamiento democrático en el continente.
En tanto, el Foro Ciudadano de las Américas señaló que hay varias naciones donde la ciudadanía no puede ejercer sus libertades y sus derechos por la falta de garantías estatales, represión desde el Ejecutivo o la incursión de organizaciones criminales.
Las organizaciones piden a la OEA que promueva la lucha contra la corrupción, además de la creación de espacios que lleven a concretar un diálogo amplio con la ciudadanía.
Otro punto que se debe abordar es el aumento en los casos de violencia, que entre 2020 y 2021 crecieron exponencialmente, y en especial la que va dirigida a las mujeres y niñas, quienes ven vulnerados sus derechos y pocas veces reciben una respuesta oportuna del Estado.
La OEA rechazó las últimas elecciones en Nicaragua
Durante la cumbre, que se lleva a cabo en Guatemala, el organismo regional condenó a Daniel Ortega en Nicaragua y declaró ilegitimas las elecciones presidenciales, en las que el líder sandinista se quedó con un quinto mandato.
La postura de la OEA obtuvo el apoyo de 25 miembros y el rechazo de uno, además de siete abstenciones. Mientras la mayoría pide a la entidad que endurezca su posición frente al país centroamericano, hay otros que sugieren la no intervención en procesos internos.
El documento sostiene que las elecciones que le dieron el triunfo a Ortega no fueron libres, justas, ni tampoco transparentes por lo que carecen de legitimidad democrática. También señala que Nicaragua ignora las recomendaciones de la organización y sus iniciativas democráticas.
