ECUADOR
Las autoridades penitenciarias y de la Fuerza Armada de Ecuador renuncian tras las masacres
En las últimas horas, casi 70 privados de libertad perdieron la vida por enfrentamientos en una prisión de Ecuador.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, le aceptó la renuncia del jefe del comando conjunto, Jorge Cabrera y al director del organismo a cargo de las prisiones, Bolívar Garzón, a solo horas del último motín en la Penitenciaría del Litoral.
Durante la revuelta perdieron la vida 68 reclusos, que ya fueron identificados por sus familiares, y 28 más que resultaron con lesiones según confirmó el centro penal de Ecuador. Los enfrentamientos son producto de la lucha de poderes al interior del recinto, lo que confirma la crisis penitenciaria que atraviesa el país.
El altercado inició el viernes por la noche y continuó durante la mañana del sábado. Es la segunda mayor masacre perpetrada en la penitenciaría ubicada en Guayaquil, en la costa de Ecuador. En septiembre, más de 100 reos perdieron la vida de la misma forma.
Guillermo Lasso está al frente de un comité de crisis en ese puerto y pidió a la sociedad civil que organice el dialogo al interior de la prisión, para encontrar una solución a lo que ocurre y evitar que se pierdan más vidas.
Los familiares de las víctimas cuestionan el trabajo de las autoridades y su posible coparticipación, ya que, en los últimos enfrentamientos, los reclusos tuvieron acceso a armas de fuego y explosivos.
Se conoció que la crisis se desató el viernes, luego que uno de los grupos invadió un pabellón para atentar contra un miembro de una banda enemiga, eso generó la respuesta de sus rivales y muchos internos quedaron en medio del choque.
Anarquía carcelaria
Aunque hubo cambio en las autoridades de seguridad hace menos de dos meses, no se logra controlar la situación en el territorio ecuatoriano y las bandas criminales siguen teniendo el poder al interior de las prisiones, sin la intervención de las fuerzas de seguridad.
La población pide un mayor control de los centros, la efectividad de las requisas y la separación de bandas para evitar que más personas pierdan la vida durante los ataques, que ya dejaron casi 300 muertos en lo que va de 2021.
