CORONAVIRUS
Coronavirus: descubren que el zinc y la vitamina C no combaten los síntomas
Las dosis altas causaron efectos secundarios.La revista JAMA Network Open publicó una investigación sobre el uso de la vitamina C y el zinc para combatir los síntomas del coronavirus, descartando cualquier beneficio para los pacientes, contrario a lo que recomendaban algunos especialistas de la salud cuando se conocían pocos detalles sobre el comportamiento de la pandemia.
El zinc y la vitamina C son comúnmente utilizados para tratar la gripe y resfriados virales, sin embargo, los resultados del estudio revelan que las personas con coronavirus que se recuperaron en casa no presentaron ningún cambio después de que se les administrara. Unos voluntarios recibieron altas dosis de los suplementos en forma combinada, mientras que otro grupo recibió atención médica con reposo, medicamentos varios e hidratación.

El resultado de los grupos estudiados reveló que no hubo ningún beneficio particular entre los pacientes de COVID 19 que recibieron los suplementos y, por el contrario, algunos presentaron efectos secundarios como náuseas y diarreas. Otras investigaciones también habían señalado que la vitamina C no es útil cuando ya comenzaron los síntomas de resfriado común.
Desafortunadamente, estos dos suplementos no estuvieron a la altura de las expectativas.

Eric Michos, especialista de la Universidad John Hopkins, se refirió al análisis del que participaron 214 pacientes de Florida y Ohio en Estados Unidos. Se les administraron los suplementos y se les comparó en grupos determinando que ni la vitamina C ni el zinc generaron una mejora en los síntomas de los pacientes con coronavirus.
Se informaron más efectos adversos en los grupos de suplementos que en el grupo de atención habitual.

La vitamina C es un antioxidante que juega un papel muy importante en el apoyo al sistema inmunológico, sin embargo, no se ha comprobado que prevenga enfermedades. El zinc contribuye a la capacidad de las células para combatir las infecciones y si se toma dentro de las 24 horas posteriores a los primeros signos de un resfriado.