Macron llama a los países ricos a brindar el 5% de sus vacunas a las naciones más pobres

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se subió a la discusión sobre la desigualdad del acceso a las vacunas a nivel mundial. El día en que el G7 (el grupo de los países más ricos) se reunirá virtualmente, el mandatario francés adelantó su posición: es crucial que las naciones más desarrolladas brinden parte de sus reservas a los países más desfavorecidos.

No son pocas las voces que ya se alzaron sobre el acaparamiento de vacunas y que denunciaron, también, una especie de “nacionalismo” de las vacunas (como por ejemplo, México o la Organización Mundial de la Salud). En este sentido, en entrevista con el periódico británico Financial Times, Macron llamó a que Estados Unidos y los países de Europa den hasta un 5% de sus fármacos a países en desarrollo, algunos de los cuales ni siquiera comenzaron sus planes de inoculación.

“Nuestras campañas de vacunación no cambiarán, pero cada país (europeo) debería apartar un pequeño número de las dosis que tienen para llevar decenas de millones, pero muy rápido", dijo el mandatario francés. Especialmente, se refería a los países africanos. Macron informó, asimismo, que había conversado sobre el asunto con su homóloga alemana, Angela Merkel. 

El Reino Unido, por ejemplo, tiene reservadas más de 400 millones de dosis de vacunas, cuando en su país viven unos 67 millones de personas. Si se tiene en cuenta que los niños todavía no pueden recibir el fármaco, el sobrante de productos es colosal. El país gobernado por Boris Johnson ya adelantó que daría parte de su excedente a los países más pobres, pero que esto sería a partir de septiembre. Estados Unidos, por su parte, dijo que no donará dosis hasta tanto no disponga de suficiente cantidad para su territorio.

El presidente del país galo justificó su postura al sostener que la desigualdad global se acentuó como nunca antes y que esto se ve reflejado en el precio que algunos países de África están pagando por fármacos fabricados en Europa, como el del laboratorio británico AstraZeneca. El precio de estas vacunas en aquella zona del mundo se paga dos o tres veces más que en el continente europeo. 

Pero Macron tampoco dejó de lado el cálculo geopolítico en su postura. Según se desprende de la entrevista, como los precios de las vacunas occidentales son “astronómicos”, los países menos desarrollados reciben ofertas de fármacos de Rusia y China. “Es una aceleración sin precedentes de la desigualdad global y es, además, políticamente insostenible, porque está dando paso a una guerra de influencia sobre las vacunas”, resumió.