Myanmar

Los militares de Myanmar recrudecen la represión: al menos dos fallecidos

Las fuerzas armadas utilizan munición real.
sábado, 20 de febrero de 2021 · 14:28

Las protestas contra el golpe de Estado en Myanmar no cesan desde que el Ejército tomó el poder el 1 de febrero. No solo no cesan, sino que cada vez son más quienes se unen a las manifestaciones y al movimiento de desobediencia civil. Frente a la determinación de los ciudadanos, la Junta Militar aumentó la represión. Hoy, dos personas fallecieron por disparos de la policía. 

En la ciudad de Mandalay, la segunda más importante de Myanmar, los trabajadores de los astilleros hicieron huelga para unirse al movimiento de desobediencia civil. Sin embargo, las autoridades pretendían forzarlos a trabajar, por lo que una multitud acudió a apoyar a los trabajadores. La policía, entonces, reprimió la protesta no solo con balas de goma, sino también con munición real. Dos personas fallecieron: un menor de edad por un disparo en la cabeza, y otra por un disparo en el estómago. 

Las fuerzas de seguridad reprimen las protestas pacíficas.

Estas dos víctimas de la brutalidad militar y policial se suman al fallecimiento de una joven, en la noche del jueves, también a manos de la policía. Hoy, además, hubo otros seis heridos y diez detenidos. Las fuerzas de seguridad utilizaron, asimismo, gas lacrimógeno y proyectiles hechos con tornillos que eran lanzados con hondas. 

Testigos muestran municiones de la policía y proyectiles.

Los ciudadanos de Birmania (como tradicionalmente se conoce al país asiático), no obstante, no se rinden. Reclaman el fin del golpe y la liberación de los presos políticos. Entre ellos, se encuentra la líder y símbolo de la democracia en el territorio Aung Sang Suu Kyi, quien gobernaba de hecho el país, aunque no era su presidenta, puesto que la Constitución redactada por los militares no lo permite. 

Fuente: (Euronews)

Fuera de las fronteras, la condena internacional es casi unánime. Los países de Occidente con gran peso geopolítico, como Estados Unidos o el Reino Unido ya tomaron algunas medidas, aunque no tan contundentes como para disuadir a la todopoderosa Junta militar de dar marcha atrás con el golpe. El presidente estadounidense, Joe Biden, sancionó la semana pasada al líder del golpe, el general Min Aung Hlaing, a otros nueve oficiales y a tres empresas vinculadas al Ejército. 

Hoy, la Cancillería del Reino Unido condenó la represión a los manifestantes en Myanmar. “Estamos al lado del pueblo de Birmania”, expresó en Twitter. El pasado jueves, en conjunto con Canadá, Londres anunció sanciones para tres altos cargos militares. Justificaron su decisión en que estos militares habían cometido “faltas graves a los derechos humanos”. Pero, por ahora, la Junta no da el brazo a torcer.