Paraguay impuso un toque de queda por la disparada de casos: “El peor momento todavía no llegó”

El ministro de Salud de Paraguay, Julio Borba, volvió a pedir hoy a sus conciudadanos que cumplan con las medidas de prevención para frenar los contagios de coronavirus. Actualmente, el país vecino atraviesa su peor momento de la pandemia, pero el titular de Salud piensa que la situación será más difícil: “Probablemente el peor momento todavía no llegó”. En este escenario, las fuerzas de seguridad comenzaron a vigilar a rajatabla que se cumpla con el toque de queda nocturno.

Policías y militares se desplegaron desde ayer por las ciudades de Paraguay para controlar que nadie salga de sus casas después de la medianoche y antes de las 5 de la mañana. En la primera noche de cumplimiento estricto, la policía informó que varias personas (no detalló cuántas) habían sido demoradas. De esta manera, las fuerzas de seguridad comenzaron a hacer cumplir un decreto dispuesto en enero, pero que no tenía vigilancia.

Hoy, el Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez reconoció que los contagios de coronavirus superaron el límite de lo “controlable”. Para que la situación esté dentro de estos parámetros, el número de diagnósticos positivos de coronavirus no puede sobrepasar el 20%. Actualmente, se sitúa en un 40%, informó el diario local ABC. Este dato confirma la situación crítica que vive el país sudamericano. 

"Sinceramente no quiero ser negativo, pero las proyecciones no son buenas”, reconoció Borba. La  cantidad de contagios aumentó en un 66%, es decir, unos 12 mil positivos en una semana. "En menos de un mes estamos duplicando el número de casos", estimó el titular de la cartera de Salud. Paraguay vive, entonces, una virulenta “segunda ola” de la pandemia. Actualmente, la ocupación de camas en los hospitales asciende al 98%, mientras que en la región del Central, alcanzó el 100%.