Rusia

Esta fue la respuesta de Rusia después de que Biden afirmara que Vladimir Putin es "un asesino"

Habló una alta figura de la política rusa.
miércoles, 17 de marzo de 2021 · 12:58

La afirmación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que su homólogo ruso, Vladimir Putin, es un asesino fue repudiada en Rusia. El mandatario demócrata hizo estas declaraciones en entrevista con la cadena ABC, esta mañana, después de que las agencias de inteligencia estadounidenses dieran a conocer un informe en el que concluían que Rusia había interferido en las elecciones presidenciales de 2020 en favor del expresidente Donald Trump.

“Biden insultó a los ciudadanos de nuestro país con su declaración”, afirmó hoy el presidente de la Cámara Baja del parlamento de Rusia, Vyasheslav Volodin. Vladimir Putin es nuestro presidente y un ataque contra él es un ataque contra nuestro país", continuó en su canal de Telegram. El legislador es un político cercano al mandatario ruso: fue el “número dos” en el Gobierno entre 2011 y 2016.

Vyasheslav Volodin, el presidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso.

En el programa “Good Morning America”, de ABC, Biden ratificó que, hace años, le había dicho al líder ruso en la cara que él creía que Putin no tenía alma. “Se lo dije, sí. Y su respuesta fue: ‘Nos entendemos el uno al otro’”, contó el demócrata, y agregó: “No fui muy sabio. Estaba solo con él en la oficina y me salió así”. Ante la pregunta del conductor respecto a la opinión de Biden sobre que el mandatario ruso sea un asesino, él respondió que sí. Así y todo, no descartó que Washington y Moscú puedan lograr acuerdos de interés mutuo.

Fuente: (El Mundo)

En la misma intervención, el demócrata aseguró que Putin “pagará un precio” por haber interferido en los comicios presidenciales de Estados Unidos del año pasado. La inteligencia de Washington afirmó que el Kremlin había introducido falsas afirmaciones sobre Biden dentro del círculo íntimo de Trump, quienes luego las habían amplificado. Asimismo, concluyeron que Rusia intentó socavar la credibilidad en el proceso electoral estadounidense.