Más de 3 mil fallecidos en el día más trágico de Brasil: qué dijo Jair Bolsonaro

No hay dudas de que la pandemia en Brasil está fuera de control. Ayer fue el día más trágico que registró el país vecino desde que el coronavirus llegó a su territorio: 3.251 personas fallecieron en 24 horas. Aún así, el presidente del país sudamericano, Jair Bolsonaro, continúa en su postura de no alentar medidas restrictivas para combatir la crisis.

En un mensaje divulgado anoche, el jefe de Estado de Brasil dijo solidarizarse con todas aquellas personas que perdieron familiares en manos de la enfermedad. “Que Dios conforte sus corazones”, deseó. No obstante, en su mensaje no transmitió la urgencia por la que está atravesando su nación: intentó tranquilizar a la población con el hecho de que, a lo largo del año, estarán disponibles todas las vacunas necesarias para inocular a la población.

En poco tiempo retomaremos la vida normal.

Fuente: (TVP Noticias)

No solamente no hizo referencia a cierres de actividades ni a la reducción de la circulación, sino que tampoco pidió a sus conciudadanos evitar aglomeraciones. Nada. Mientras el mensaje fue transmitido, en 16 capitales estatales hubo cacerolazos masivos contra el presidente del país tropical al grito de “¡Fuera, Bolsonaro!” y lo calificaron de “genocida”. 

Fuente: (Poder360)

Esta mañana, están reunidos con Bolsonaro en la Casa de Gobierno (el Palacio del Planalto, en Brasilia) los más altos cargos de los tres poderes de Brasil, además de gobernadores y todo el Gabinete presidencial, para discutir medidas para hacer frente a la pandemia. Para la Fundación Oswaldo Cruz (y para las autoridades médicas del país) es absolutamente necesario parar la vida pública inmediatamente, por lo menos durante dos semanas, en aquellos estados que estén bajo “alerta crítica”, es decir, en todos menos en Amazonas y Roraima.

Advertencia de la OPS

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió ayer que la “terrible” situación que está atravesando Brasil es muy peligrosa no solo para el propio país sino también para sus países vecinos. Las zonas fronterizas de Venezuela, Perú, Bolivia, y la totalidad de Paraguay y Uruguay ya están sintiendo los estragos de la propagación de la variante del coronavirus detectada en Manaos. La OPS llamó a tomarse el escenario “muy seriamente”.