El papa Francisco ratificó su visita a Irak pese al ataque a una base con tropas de Estados Unidos

Un ataque de al menos diez cohetes alcanzó una base militar en Irak hoy, pero el papa Francisco no se deja amedrentar. Aún frente a los constantes sucesos de violencia en el país, el obispo de Roma ratificó, en las últimas horas, que el viernes llegará al país árabe para una visita de tres días. Según el líder religioso, el viaje se trata de una promesa que ya había hecho Juan Pablo II al pueblo iraquí y que no pudo cumplir. 

“Pasado mañana, Dios mediante, iré a Irak para una peregrinación de tres días. Hace mucho tiempo que quiero encontrarme con ese pueblo que ha sufrido tanto”, aseveró hoy el papa Francisco en su audiencia semanal. “El pueblo iraquí nos está esperando. Esperó a Juan Pablo II, al que le prohibieron ir. No se puede decepcionar por segunda vez a ese pueblo”, continuó. El papa polaco había tenido la intención de visitar el país árabe en 1999, pero no pudo cerrar la negociación de la visita con el entonces presidente Sadam Husein.

El jefe de la Iglesia Católica deberá adaptarse, no obstante, tanto a la realidad iraquí como a un viaje en un contexto de pandemia. Por un lado, el Gobierno de Irak le solicitó que se traslade, dentro del territorio, en un vehículo blindado, algo que jamás hizo en ninguna de sus 32 visitas internacionales. Pero, como dijo ayer el vocero del Vaticano, Matteo Bruni: “La seguridad es siempre responsabilidad del país que lo hospeda”. Por el otro, Bagdad impondrá un confinamiento en todo el país mientras dure la estadía de Francisco, informó la agencia AFP.

Asimismo, a causa del repunte de casos de coronavirus que atraviesa Irak (y también por una cuestión de seguridad), el papa Francisco no podrá acercarse a las multitudes, como es de su gusto. El acto más masivo del líder religioso será una misa en un estadio de la ciudad de Erbil, en el Kurdistán iraquí, donde podrán ingresar unas 10 mil de las 30 mil personas que puede acomodar el lugar. 

Fuente: (EFE)

Hoy, diez cohetes fueron lanzados contra una base militar Ain Al Asad, en el oeste de Irak. Allí se alojan tanto tropas iraquíes como extranjeras, entre ellas, soldados estadounidenses. Este ataque es el último perpetrado en el último mes. Los ataques tuvieron como objetivo bases militares, pero también, en otra ocasión, los cohetes cayeron cerca de la embajada estadounidense en Bagdad. La creciente violencia tiene que ver con que dos enemigos acérrimos que están presentes, directa o indirectamente, en el país árabe: Irán y Estados Unidos.