Brasil: récord de muertes por coronavirus en dos tercios del país

18 de las 27 unidades federativas de Brasil registraron récords de muertes por coronavirus en abril. El mes pasado fue, por lejos, el más mortífero que atravesó el país vecino en lo que va de la pandemia, puesto que en 30 días perdieron la vida 82.401 personas. 

El mes de abril fue particularmente fatal para las regiones del sudeste y del centro oeste de Brasil, aunque también para algunos estados del norte y del noreste del país. Por otro lado, en los sureños estados de Rio grande do Sul y Santa Catarina no se registraron nuevas marcas récord; ellos pasaron su peor momento en marzo. Algo particular ocurrió también en el estado de Amazonas, donde el sistema sanitario de su capital, Manaos, colapsó en enero. Allí, los fallecimientos cayeron desde febrero.

Aún no se sabe por qué se dio esta tendencia en este estado del norte del país tropical. Sin embargo, Ester Sabino, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo, enumera cuatro posibles causas: el cierre de Manaos, la vacunación, algún tipo de protección contra la reinfección adquirido por los habitantes y el hecho de que muchas personas de riesgo ya murieron durante la pandemia. Todavía se desconoce cuál de estos aspectos predomina, por lo que es imposible predecir si, de ahora en más, la mortalidad bajará también en el resto del país, algo que se espera con ansias.

Fuente: (DW)

Destituido el gobernador de Río de Janeiro

El gobernador del estado de Río de Janeiro, Wilson Witzel, fue destituido ayer después de un largo juicio político. El proceso comenzó en junio del año pasado, después de que el político fuese acusado de actos de corrupción durante su gestión de la pandemia de coronavirus. 

Witzel ya había sido suspendido, pero la decisión tomada por cinco diputados y cinco jueces lo confirmó. El tribunal lo encontró culpable de irregularidades en algunas contrataciones y malversación de fondos públicos que estaban destinados a la lucha contra la crisis sanitaria. El ahora exgobernador negó todas las acusaciones y manifestó que se trataba de una persecución política.