Canadá

Hallaron en una botella un enigmático mensaje de una nena de 13 años que viajaba en el Titanic

Aunque fue encontrada en 2017, sus secretos comenzaron a salir a la luz recientemente.
lunes, 10 de mayo de 2021 · 09:00

Una familia canadiense encontró una botella con un mensaje dentro en la playa de Hopewell Rocks, provincia de New Brunswick, en el este de Canadá, en 2017. Incontables son las veces que se hallaron este tipo de objetos en distintas playas alrededor del mundo, pero este mensaje era especial. Se trataba de una carta escrita por una niña de 13 años que viajaba a bordo del Titanic un día antes de que el célebre buque trágicamente naufragara. 

La carta hallada en la botella.

“Estoy tirando esta botella al mar en medio del Atlántico. Debemos llegar a Nueva York en unos días. Si alguien la encuentra, dígaselo a la familia Lefebvre en Liévin”, reza la carta que encontró la familia canadiense y que está firmada por Mathilde Lefebvre. Estaba fechada el 13 de abril de 1912, un día antes de que el Titanic se hundiera. Inmediatamente, la familia acercó su hallazgo a la Universidad de Quebec. Allí, un grupo interdisciplinario de investigadores certificó la autenticidad de la misiva y la fecha en que fue escrita. 

Pruebas hechas a la carta de Mathilde.

Se cumplió con el deseo de la niña que falleció en el hundimiento de la colosal nave. La carta fue dada a conocer a la familia Lefebvre, que vive hoy en Aix-en-Provence, en el sur de Francia. Cada año, Jacques Lefebvre, quien sería un primo lejano de Mathilde, publica en Facebook la foto de la misiva como homenaje. 

Jacques Lefebvre y su esposa, Hélene.

 

Quién era Mathilde

Según los investigadores y el propio Jacques Lefebvre, Mathilde viajaba en el Titanic junto con su madre, Marie Daumont, y tres hermanos pequeños: Jeanne, de nueve años, Henri, de seis, e Ida, de cuatro. Los cinco viajaban en la tercera clase del buque y todos fallecieron cuando se hundió tras chocar contra un gigantesco iceberg la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912. 

Marie Daumont, la madre de Mathilde.

Navegaban para reunirse con el padre de Mathilde, Franck Lefebvre, quien ya se encontraba instalado en Nueva York con cuatro de sus hijos. Franck había enviado dinero a su familia para que todos pudieran reencontrarse en tierra estadounidense. Sin embargo, lo único que quedó de ellos fue la carta arrojada al mar y descubierta más de 100 años después. 

Pero también quedó otra cosa: un interrogante. Es que la caligrafía de la escritora de la misiva es muy diferente a la que se les enseñaba por aquella época a los estudiantes franceses, según lo que pudieron constatar los investigadores. Se tuvo acceso a muestras de escrituras de Marie y de Franck, pero a ninguna de Mathilde, por lo que no hay pruebas de que el mensaje haya sido escrito, efectivamente, por ella. Por eso, el historiador Maxime Gohier, de la Universidad de Quebec, pidió que si alguien tuviera, por alguna razón, por ejemplo, un cuaderno escolar o algún manuscrito de Mathilde, se comunique con el centro de estudios.

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