Francia

La Torre Eiffel al borde de un barranco: la nueva atracción turística de París

La ilusión óptica es obra del artista francés Jean René, mejor conocido como JR.
sábado, 22 de mayo de 2021 · 14:30

Una nueva atracción turística se sumó a las calles de París y es realmente única. El artista francés Jean René, conocido popularmente como JR, realizó una obra que produce una ilusión óptica cuyo efecto hace que la Torre Eiffel pareciera estar al borde de un precipicio. Los amantes de la fotografía que se encontraron con la inusual imagen ya hacen fila para tomar instantáneas.

"Saltar el barranco" se convirtió en una de las poses más utilizadas para aprovechar la ilusión.

Para conseguir esta ilusión, el artista callejero y fotógrafo instaló un muro a los pies de la construcción más emblemática de París que cubrió con papel fotográfico en blanco y negro, como así también lo hizo en el suelo de la plaza del Trocadero donde ahora se ven rocas y el precipicio. 

La Torre Eiffel es el símbolo de París desde 1889.

La obra tiene lugar a propósito de la reapertura de la Torre Eiffel a turistas a partir del 16 de julio. La “Dama de Hierro” fue cerrada debido a la crisis sanitaria el año pasado, y, aunque durante la temporada estival del 2020 reabrió, tuvo que volver a cerrar sus puertas a fines del años pasado cuando la pandemia se recrudeció en Francia.

La obra fue instalada el miércoles de esta semana.

 

La Torre Eiffel pide millones de euros

La Torre Eiffel es el monumento más visitado del mundo (entre aquellos que exigen el abono de una entrada). Antes de la pandemia recibía a 7 millones de personas al año. Pero la crisis sanitaria afectó gravemente al edificio y ahora el presidente de la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel, JeanFrançois Martins, asegura que se necesitan “varias decenas de millones de euros”.

Martins explicó que los fondos con los que cuentan (30 millones de euros) no son suficientes debido a la falta de visitantes. Es que, no solo se tienen que pagar los gastos cotidianos, sino que se debe renovar un ascensor, que cuesta 50 millones de euros, y hacer obras de pintura. Además de las negociaciones con los accionistas (la intendencia de París y la entidad metropolitana del Gran París), se espera que la renovada afluencia de turistas a partir de julio mejore las finanzas del simbólico monumento.