Estados Unidos
Naturaleza y arte: Nueva York estrenó Little Island, un parque que flota sobre el río Hudson
El proyecto del nuevo oasis en la Gran Manzana no estuvo, sin embargo, exento de polémica.
Sobre las ruinas de los muelles 54 y 55 de Nueva York se levanta ahora el más reciente parque público que promete ser un oasis para residentes y turistas. El parque Little Island (isla pequeña) se levanta sobre el río Hudson y ya ayer los neoyorquinos pudieron acercarse a disfrutar del nuevo espacio verde después de haber pasado un año fatídico por la pandemia de coronavirus.
El parque fue construido de manera monumental sobre 132 macetas (bautizadas como “tulipanes”) de cemento. Con sus distintas alturas, el nuevo espacio se asemeja, desde arriba, a una hoja que flota sobre el río. Este nuevo jardín que se eleva en la Gran Manzana propone combinar la naturaleza (hay más de 350 especies de árboles, arbustos y flores) con el arte, no sólo por la arquitectura y esculturas presentes, sino que también cuenta con un anfiteatro con vistas al atardecer donde se ofrecerán espectáculos a partir de junio.
El lugar elegido para situar el Little Island tiene también un gran componente histórico. Es que los muelles 54 y 55, que fueron destruidos por el huracán Sandy, en 2012, fueron las terminales donde tocaron tierra 705 sobrevivientes del Titanic en 1912. Décadas más tarde, este lugar también se convirtió en uno de los más importantes focos musicales de la comunidad LGBT en Nueva York.
Polémica durante la construcción
El proyecto fue idea del magnate de medios Barry Diller y de su esposa, la famosa diseñadora de moda Diane Von Furstenberg, puesto que a ambos, según dijeron, les gustan los espacios abiertos y el arte. En el 2013, se asociaron con el consorcio Hudson River Park. No obstante, la construcción no estuvo exenta de polémicas e incluso tuvieron que frenar durante algún tiempo después de que hubiera preocupaciones por el impacto ambiental en el ecosistema del río y también por una presunta falta de transparencia.
El parque Little Island costó 260 millones de dólares, pero el empresario dice estar feliz por el resultado. “La mayor razón para hacerlo es ver a la gente realmente feliz. Cruzan ese puente desde Nueva York, con todo lo que la ciudad implica, entran a este lugar y los hace feliz”, dijo Diller ayer, durante la jornada de inauguración.
