Marruecos

Esta es la historia de Aschraf, el chico que imploraba que lo dejaran entrar a Ceuta

Fue uno de los más de 8 mil migrantes marroquíes y subsaharianos que llegaron al enclave español la semana pasada.
viernes, 28 de mayo de 2021 · 12:46

El llanto desesperado y el ruego del joven marroquí Aschraf Sabir conmovieron al mundo hace poco más de una semana. Pese a su intento de llegar a Ceuta y, con ello, a territorio español y europeo, el chico de 16 años está de vuelta en su humilde hogar de Casablanca y contó su historia.

“Traten de entendernos, por Dios”, imploraba Aschraf desde el mar a los soldados en la orilla del enclave español. Pero su pedido no fue suficiente. Al rato fue escoltado por los oficiales de vuelta a Marruecos. Era la tercera vez en 24 horas que intentaba pisar Ceuta. Arribó a la zona fronteriza después de escuchar que esta se encontraría abierta unos días. Es que España se asoma como un lugar de esperanza para miles de jóvenes marroquíes empobrecidos, sin trabajo y sin perspectivas de futuro; jóvenes como él. 

Fuente: (El País)

 

Abandonado al nacer y sin futuro

Aschraf fue abandonado por su madre, que tenía la misma edad que él tiene ahora, tres días después de haber nacido. Es que, ni las mujeres que tienen hijos fuera del matrimonio, ni sus niños tienen un buen porvenir en Marruecos: el estigma los persigue toda la vida. Inclusive, muchas de ellas son expulsadas de sus hogares. Por ello, es recurrente que las madres opten por entregar a sus hijos en un país donde la filiación paterna fuera del matrimonio no es reconocida por ley. 

Aschraf fue entregado por su madre biológica a Rabía, pero ella falleció en 2016. Entonces, la mujer que había amamantado al niño durante los primeros días, Miluda Gulami, lo recibió en su hogar. “Cuando murió Rabía, que era muy amiga de mi madre, pensé que si yo no lo recogía el niño se iba a quedar en la calle”, contó al diario español El País. Ella, sus tres hijos y Aschraf viven en una pequeña y humilde casa de un barrio marginal de la ciudad de Casablanca.

Fuente: (El País)

En febrero, el joven se fue de la casa y de la ciudad, sin decirle a nadie, en busca de un futuro. Creyó encontrar una puerta hacia una vida mejor al escuchar el rumor de la frontera con Ceuta y allá fue. “Quería ganar dinero y enviárselo a mi familia para que vivan bien”, relató al medio español. 

De vuelta con su familia y en su barrio, hay dos ONG locales que le prometieron que le van a buscar un lugar donde pueda vivir de manera independiente, pero, a la vez, cerca de sus seres queridos. Asimismo, le aseguraron que le darán una ayuda económica para que estudie y para que aprenda un oficio. Aschraf dijo a El País que eligió la peluquería.

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