La asombrosa historia de un hombre que fue tragado por una ballena y vivió para contarlo

Un hombre estuvo en el interior de la boca de una ballena jorobada y vivió para contarlo. Parece salido de un relato bíblico, pero no: ocurrió en las costas de Massachussets, en Estados Unidos. Después de su asombrosa experiencia ayer por la mañana, Michael Packard fue dado de alta del hospital, de donde salió con heridas leves.

Alrededor de las 8 de la mañana, Packard, un pescador de langostas, y su compañero de trabajo se adentraron al mar frente a Cape Code para iniciar su labor. Packard se colocó su equipo de buceo y se lanzó al agua con el fin de encontrar algunas langostas en el fondo. Su compañero, Josiah Mayo, lo controlaba desde la superficie a partir de las burbujas que expulsaba al respirar. Pero en un momento las burbujas desaparecieron.

“De repente, sentí un tremendo empujón y vi todo negro”, relató Packard más tarde. En un momento, pensó que lo había tragado un tiburón blanco, una especie peligrosa para los buzos, pero tanteó a su alrededor y no sintió que hubiera dientes. Fue ahí que se dio cuenta que estaba dentro de la boca de una ballena. “Estaba completamente adentro y todo estaba totalmente negro. Pensé ‘no hay manera de que pueda salir de acá, ya está, estoy muerto’. Solo podía pensar en mis hijos que tienen 12 y 15 años”, continuó.

Packard todavía podía respirar dentro de la boca del cetáceo porque tenía puesto su equipo de buceo. Todo indica que a la ballena no le gustó el pescador porque subió a la superficie y comenzó a liberarse de él. “Vi luz, empezó a sacudir su cabeza de un lado al otro y de repente estaba afuera”, de nuevo en el agua, recordó. Mayo vio la ballena salir a la superficie y también pensó que era un tiburón blanco, pero luego divisó a su compañero y lo ayudó a subir de nuevo al bote. Una vez en la costa, Packard fue llevado al hospital y a la tarde fue dado de alta sin ningún hueso roto.

Cómo un hombre terminó dentro de una ballena

La historia de este ciudadano estadounidense es inaudita. Las ballenas jorobadas se alimentan de krill y peces pequeños, y no representan ningún riesgo para los seres humanos. Jooke Robbins, director del Centro para Estudios de la Ballena Jorobada, en Provincetown, dijo a la prensa que, según el relato de Packard, todo indicaba que había sido un accidente.

Mayo estimó que se trataba de una ballena mediana (lo máximo que miden son entre 12 y 16 metros), por lo que este experto estima que podría haber sido un ejemplar joven que se estaba alimentando de pescados pequeños. Lo que sucede es que, para alimentarse, la ballena jorobada abre su boca como un paracaídas y esto bloquea momentáneamente su visión frontal. Esta vez, al no ver hacia adelante, se tragó a Packard, pero en otras oportunidades muchas veces tragan o se enredan en redes de pesca. El hombre, de todos modos, no hubiera terminado en el estómago del animal como Pinocho, puesto que tienen esófagos muy pequeños. No obstante, sobrevivió a una experiencia única y ahora tiene una historia asombrosa para contar por el resto de su vida.