Perú

Plantar agua: cómo es la técnica de hace 1.400 años que renace en Perú para luchar contra la sequía

Esta herramienta tradicional podría servir al mundo para enfrentar la escasez de agua.
sábado, 19 de junio de 2021 · 09:34

En Perú, como en muchas otras partes del mundo, la falta de agua es algo grave y es un problema que ya existe hoy. Esta cuestión es particularmente acuciante en la capital, Lima, una ciudad donde viven unos 9 millones de personas que está ubicada en una llanura desértica y que depende de tres ríos que nacen en los Andes. Sin embargo, el cambio climático acelera la escasez de agua y acá es donde entra el conocimiento milenario de las comunidades tradicionales y sus amunas.

En quechua, amuna significa “retener”. Las amunas son canales de agua inventados por al antiguo pueblo Huairi para desviar los flujos de agua durante la estación húmeda desde los arroyos en las montañas y encauzarlos hacia cuencas donde el agua se infiltra en la tierra de manera natural. Una vez bajo tierra, el agua viaja y meses más tarde emerge nuevamente ladera abajo. Es entonces cuando los comuneros (colectivos agrícolas) de esta zona del país andino pueden recolectarla para regar sus cultivos aún durante la estación seca.

“Si plantamos el agua, podemos cosechar el agua”, resumió Lucía Castillo Flores a la BBC. “Pero si no plantamos el agua, entonces tendremos problemas”, continuó. El conocimiento de los comuneros sobre las amunas y su funcionamiento es enorme. Incluso saben cuál de ellas alimenta cada manantial. También son conscientes de la importancia que tiene eliminar anualmente los sedimentos de los canales para garantizar su funcionamiento, por lo que realizan ceremonias para bendecir y limpiar las amunas.

Todo este conocimiento acumulado durante siglos puede ayudar a Lima, puesto que la gran mayoría de estas aguas se infiltra en el suelo y regresa a los ríos que abastecen a la capital de Perú. Por ello, se intenta impulsar la reparación de aquellas amunas abandonadas que están desperdigadas en las montañas: si se disminuye la velocidad del agua, esto podría aumentar en un 33% el caudal de los tres ríos que abastecen a Lima en el inicio de la estación seca. Esto ayudaría a atrasar la necesidad de la ciudad de usar sus embalses y garantizar el acceso al agua.

Fuente: (Hidráulica inca)

La próxima pandemia

La Organización de las Naciones Unidas publicó un informe esta semana en el que advierte que la sequía podría convertirse en la “próxima pandemia”. Por ello, llamó a los países del mundo a tomar medidas urgentes para gestionar la tierra y el agua para hacer frente a la crisis climática alimentada por el calentamiento global.

Según sus pronósticos, en este siglo, unos 130 países estarían en riesgo de padecer sequías, mientras que 23 naciones tendrían problemas de escasez de agua a causa del crecimiento de su población y 38 podrían sufrir ambas complicaciones. Se cree que para 2050 1.500 millones de personas dependerán del agua de montaña (cuando en 1960 eran 200 millones), por lo que técnicas tradicionales como las de las amunas de Perú podrían ser de gran utilidad a nivel mundial.