TIBURÓN DE GROENLANDIA

Este impresionante tiburón es el animal más longevo del mundo: vive más de 400 años

Muchos aspectos de esta especie son todavía un misterio para la comunidad científica.
viernes, 25 de junio de 2021 · 13:10

En las primeras décadas del 1600, Galileo Galilei miraba a través de su microscopio y comenzaba a cuestionar nuestro lugar en el universo, Miguel de Cervantes y William Shakespeare pasaban los últimos años de su vida, los exploradores europeos llegaban al sur del continente americano y algunos tiburones de Groenlandia daban sus primeros aletazos. Estos últimos todavía están vivos hoy.

Esta especie de tiburón es el animal vertebrado más longevo del mundo y es aún, en gran medida, un misterio. El mayor conocimiento sobre estos animales se tuvo en 2016, cuando un grupo de investigadores publicaron un estudio, que les llevó tres años terminar, en el que examinaron a 28 ejemplares. Allí, mediante el estudio del cristalino del ojo pudieron ver que el mayor de los tiburones estudiados en ese momento (de unos 5 metros de largo) tenía una edad de 392 años, aunque el margen de error daba que podría tener 120 años más o 120 años menos que la edad estimada. En otras palabras, podría tener entre 272 and 512 años de edad.

Usan el campo magnético de la Tierra para orientarse.

 

¿Por qué viven tanto tiempo?

Esta es una de las preguntas que los científicos todavía no pueden responder con certeza. Sin embargo, tienen unas teorías. El tiburón de Groenlandia vive en las profundidades del océano Ártico, a unos 2 mil metros bajo la superficie, donde ya no llega la luz. Es probable que las heladas aguas que causan que tenga bajas temperaturas corporales y, por ende, un lento metabolismo, hagan que el paso del tiempo sea mucho más lento para él. Se sabe que crece tan solo un centímetro por año y que alcanzan la madurez sexual recién a los 150 años de vida. 

Su ceguera absoluta y lentitud de movimientos no le impide ser un gran depredador. Se alimenta, principalmente, a partir de peces y calamares, pero también se encontraron restos de mamíferos en su estómago, como focas y morsas. Además de su olfato hipersensible, se cree que el copépodo parásito que lo acompaña siempre aferrado a su ojo (y que causa su ceguera) actúa como un señuelo para otros peces debido a su bioluminiscencia, por lo que ayudaría a que el tiburón de Groenlandia los atrape fácilmente.