Francia

La medida de Emmanuel Macron que hizo que Francia registre récords de inscriptos para la vacunación

Las autoridades señalaron que hay más de 20.000 solicitudes por minuto.
martes, 13 de julio de 2021 · 13:43

El escepticismo por las vacunas contra el coronavirus no es, por el momento, un problema en Argentina. Sin embargo, en muchos países del mundo, como en Francia, sí. Por eso, se viene un gran debate: debe ser obligatoria o no.

En este sentido, el caso de dicha nación europea será para observar. Su presidente, Emmanuel Macron, decidió dar un paso más: las y los trabajadores de la Salud tendrán tiempo de inmunizarse hasta septiembre. Sino, quienes pasada esa fecha hayan desistido, no percibirán su salario.

Casi un millón de inscriptos para poder ir a cines y bares en Francia.

Por otro lado, para el resto de la población no será obligatorio aún. Sin embargo, tampoco podrán acceder a todas las actividades como los que sí se vacunaron. Es decir, la decisión es personal, pero afecta a la sociedad. Por lo tanto, si no desean recibir la dosis, la idea es que no contagien al resto.

En tanto, no podrán ingresar a bares o restaurantes, viajar en tren a larga distancia o aviones, comprar en centros comerciales o asistir a espectáculos públicos artísticos o deportivos, entre otras actividades.

 

Récord de inscriptos

Como consecuencia de la medida dispuesta por el Gobierno de Francia, el sistema de inscripción fue un éxito. Según el director de la página web para reservar turnos Doctolib, Stanislas Niox-Chateau, citado por la cadena de noticias BFM, registraron “20.000 citas por minuto”.

El 52,7% de la población francesa ya recibió al menos una dosis.

“Un récord absoluto desde el inicio de la campaña, y ha continuado durante la noche y esta mañana", señaló el responsable del sitio. De esta manera, un total de 926.000 personas se anotaron desde el lunes a partir de la decisión de Macron.

Asimismo, otro dato que resulta llamativo es que el 65% de los nuevos inscriptos son menores de 35 años, por lo que demuestra que esa población etaria se sintió afectada por las restricciones y las actividades que no podría realizar. Además, es un reflejo de qué segmento de la sociedad es más reacia a la vacunación.

Finalmente, el principal argumento de Macron para defender la disposición fue reconocer el “civismo” de los vacunados y, en el caso de que haya restricciones, no sea para todos por igual.