Elecciones en Perú: Pedro Castillo rechaza las acusaciones de corrupción en su campaña

A casi un mes del 6 de junio, día del balotaje electoral en Perú, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) todavía no reconoció la victoria de Pedro Castillo. Sin embargo, cada día que pasa queda más en evidencia la estrategia de su rival, Keiko Fujimori: generar incertidumbre y no reconocer la derrota.

En esta estrategia de sembrar el caos, Fujimori pidió al JNE que no convalide al candidato de Perú Libre por ser “ilegítimo”. Para fundamentar su exigencia, aseguró que “han financiado el fraude” y “la verdad va a salir a la luz” en el país andino. Por el contrario, Castillo descartó de plano su teoría.

“No podemos estar sometiéndonos a actos delincuenciales y de corrupción. Rechazo rotundamente. Seré el primero en salir a decirlo, empezando por mi propio entorno”, enfatizó ante la prensa el líder de la izquierda de Perú.

¿De qué lo acusan? Según las palabras de Fujimori, la organización criminal “Los Dinámicos del Centro” formaban parte del Gobierno regional de Junín y financiaron la campaña electoral de Perú Libre.

No obstante, si bien la fiscalía investiga la denuncia, a priori, Castillo debe tener una presunción de inocencia lógica: si hay posibilidades de fraude la debería tener un partido político con influencia en el Gobierno o con un aparato organizacional y económico significativo. Dos suposiciones de las que el sindicalista carece.  

Cómo fueron los resultados

Con el 100 % de las actas procesadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) de Perú determinó que Pedro Castillo logró el 50,126 % de los votos, es decir, 8.836.380 de los sufragios.

Por su parte, su rival en el balotaje, Keiko Fujimori, quedó en la puerta de la presidencia con 8.792.117 de los peruanos y peruanas a su favor, lo que significó el 49,874 %. Es decir, la diferencia fue de apenas 44.263 boletas.

Por último, otra de las instituciones que llamativamente brilló por su silencio es la Organización de los Estados Americanos (OEA). Líderes regionales acusan a su presidente, Luis Almagro, de actuar de acuerdo con su ideología, ya que, por ejemplo, actuó rápido y sin pruebas en las elecciones de Bolivia que causaron el golpe de Estado.

En este contexto, mal que les pese a propios y ajenos en Perú, Pedro Castillo tiene la legitimidad del pueblo de su país para ser el presidente. En definitiva, es cuestión de tiempo.