Lula da Silva visitará Argentina en la previa a las elecciones de Brasil

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, está de vuelta. Y más fuerte que antes. Tras haber pasado 580 días en prisión, se prepara para enfrentar al presidente Jair Bolsonaro en las elecciones de 2022.

En este sentido, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) mostró su agradecimiento para con el jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, por su visita cuando estaba detenido. El objetivo es claro: ganarle a Bolsonaro y retornar a la unidad de la región sudamericana.

Asimismo, Lula prepara una estrategia similar a la que hizo el Frente de Todos en Argentina, por lo que se reuniría también con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, antes de que finalice 2021. ¿Qué busca? Que todos los espantados por las políticas que lleva a cabo Bolsonaro y estén preocupados por el destino de Brasil unan sus esfuerzos.  

"El retroceso que nosotros vivimos en América del Sur empieza a ser recuperado con la victoria de Alberto Fernández en Argentina, con el regreso de Luis Arce al Gobierno de Bolivia, con la victoria de Pedro Castillo, en Perú", planteó el exmandatario en una entrevista con Página 12. Lula da Silva quiere llevar a Brasil a esa lista.

El retorno al poder

A sus 75 años, el expresidente brasilero se siente joven y renovado, “con una energía de 30”. El peor momento pasó y las causas en su contra caen una por una en la Justicia por falta de pruebas. Por eso, será candidato a la presidencia de su país en 2022.

"Nunca imaginé que Brasil fuera a elegir como presidente a un genocida, a un facho al que no le gustan los sindicatos, no le gustan los trabajadores, no le gustan los indios, no quiere preservar nuestra selva amazónica", planteó. Además, criticó a Bolsonaro por la presunta corrupción en la compra de vacunas contra el coronavirus.

Asimismo, señaló que su país padeció la falta de gestión de la crisis: “Tenemos ya 516 mil personas muertas por culpa de la pandemia del coronavirus y son 18 millones de casos. Esto podría no haber pasado si nuestro Gobierno hubiese actuado como un gobierno”.

Por último, hizo hincapié en la falta de responsabilidad del presidente brasilero que “hasta hoy no usa barbijo y sigue mintiendo”. Para citar un ejemplo, mencionó que en Brasil se creó un “observatorio de todas” las falacias “contadas por Bolsonaro y han llegado a la conclusión de que Bolsonaro emitió falsedades 3151 veces desde que asumió la presidencia, o sea, un promedio de 4 mentiras por día”.

Por último, en perspectiva al futuro de América Latina una vez superada la pandemia, enfatizó en que hay que “comprender” que debe “ser un bloque que piense de forma económica, social” y de manera “unida”: “El mundo está dividido en bloques y nosotros no podemos seguir negociando por separado”.