BRASIL
Otro revés para Bolsonaro: el presidente de Brasil afronta una nueva acusación por corrupción
Denuncian que contrató a familiares para que se hagan pasar por empleados del Estado y le devuelvan parte de sus sueldos.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, parece haber entrado en un círculo de acusaciones interminable. La nueva denuncia, presentada a través de una investigación del sitio UOL y el diario Folha de São Paulo, suma un nuevo escándalo a sus enredos vinculados a la corrupción. Según las investigaciones, cuando ocupaba el cargo de diputado nacional, habría realizado operaciones de desvío de dinero.
El mecanismo utilizado por el mandatario del país vecino involucraba la contratación de miembros de su familia como empleados fantasma del Estado, para luego pedirles que le devolvieran una parte del salario percibido. Así lo indica la investigación periodística basada en audios de WhatsApp de una de las excuñadas de Jair Bolsonaro.
En uno de esos audios, Andrea Siqueira Valle afirma que, mientras fue diputado, entre 1991 y 2018, el actual presidente de Brasil llevaba adelante esta práctica de desvío de dinero a través de la contratación de personal. Además, la mujer aseguró que otro de los excuñados de Bolsonaro fue despedido cuando se negó a devolverle la mayor parte de su salario.
“André causó muchos problemas porque nunca devolvió el dinero que debía ser devuelto. Tenía que devolver 6 mil reales y él devolvía 2 mil o 3 mil”, cuenta la mujer en la grabación. Ella misma trabajó entre 2008 y 2018 como empleada en el despacho de Flávio Bolsonaro, hijo mayor del presidente y actual senador de Brasil, investigado por otros casos de corrupción.
Una práctica de herencia familiar
El nuevo caso que implica a Bolsonaro es un anexo de la investigación que la fiscalía de Río de Janeiro abrió contra su hijo mayor Flávio, acusado de lavado de dinero y desvío de fondos públicos. Cuando todavía era legislador provincial (función que ejerció hasta 2018) utilizaba la misma práctica de retornos: les pedía a sus empleados que devuelvan un amplio porcentaje de sus sueldos.
La fiscalía a cargo de la investigación observó indicios de lavado de dinero por parte del hijo de Bolsonaro cuando analizó la compra de 19 inmuebles, realizada entre 2010 y 2017, en el marco de la investigación por retornos.
Según los documentos estudiados por la Justicia y divulgados por la prensa de Brasil, esas adquisiciones podrían ser solo la punta del iceberg que esconde un profundo entramado de corrupción.
