BÉLGICA

Laurent Simons: quién es el niño de Bélgica que se recibió de físico a los 11 años

Su próximo proyecto implica recibirse en una magistratura y empezar un doctorado.
martes, 6 de julio de 2021 · 22:16

Laurent Simons es un niño de 11 años y su nombre resuena en todo el mundo. No es para menos, porque acaba de recibir su título de licenciado en Física por la Universidad de Amberes en Bélgica. El pequeño se destacó como estudiante y finalizó con la más alta distinción por su promedio. Además, terminó una carrera universitaria de tres años en poco más de nueve meses.

El joven belga-holandés contó que la física cuántica es uno de sus intereses más especiales, pero que no es lo único que tiene planeado hacer. “Tengo muchos otros proyectos”, aseguró ante los medios internacionales. En ese sentido, confirmó que seguirá como alumno de la universidad del país europeo para hacer una magistratura en física y posteriormente un doctorado.

Los primeros en descubrir la capacidad de aprendizaje de Laurent fueron sus abuelos. 

 

Un niño muy inteligente y muy presionado

Laurent Simons siempre se destacó. Empezó a cursar la escuela primaria cuando tenia solo 4 años y a los 6 logró ingresar en un instituto en el que se imparte educación equivalente a la del nivel secundario. De esa manera, el muchacho completó el nivel medio en 18 meses, durante los que asistió una institución de la ciudad de Brujas, también en Bélgica.

El pequeño también considera la posibilidad de estudiar estudiar medicina.

La vida universitaria empezó muy pronto para este niño, que con 9 años comenzó a cursar su carrera de grado en Holanda. Su objetivo era graduarse antes de cumplir 10 años, pero la facultad consideró que debía extender su permanencia para tener tiempo de desarrollar “la comprensión, la creatividad y el análisis crítico”, habilidades propias de una persona adulta.

Desde la institución educativa consideraban que someterlo a una cursada intensiva podía representar “una presión excesiva” sobre Laurent. Sin embargo, sus padres comenzaron a negociar con otras universidades para que reciban al niño.

Tras conversar con instituciones de Estados Unidos e Israel para que el pequeño pudiera continuar sus estudios, se inclinaron por la Universidad de Amberes, en Bélgica, donde finalmente se recibió.