Los gemelos que conmueven a Colombia: los separaron al nacer y se reencontraron 19 años después

“Estaba discutiendo con mi mamá y, de repente, entre gritos, ella me dijo que yo no era su hijo”, relató Erick Sarmiento, un joven de 19 años nacido en Barranquilla, Colombia. Luego de esa acalorada discusión, el muchacho supo que su vida cambiaría para siempre. Primero, se negó a aceptarlo, pero, tiempo después, la curiosidad por su identidad y su origen familiar se incrementó y decidió buscar pistas que lo ayudaran a reconstruir su propia historia.

Indagó a su madre, pero solo consiguió evasivas. Sin embargo, Erick no se dio por vencido y recurrió a una de sus tías y, gracias a ella, descubrió algo más. “No me dio muchos detalles, pues no los tenía, pero sí me dijo que yo no era hijo biológico de mi mamá, sino que ella me recibió de una mujer de Cartagena que recién nos había tenido y no podía mantenernos”, explicó el joven oriundo del país caribeño al medio El Tiempo.

El uso del plural le hizo entender que no solo tenía otra familia biológica, sino que, además, tenía un hermano que había nacido con él y que no conocía. Tras descubrir el secreto familiar, Erick no lo dudó y emprendió la búsqueda.

Un camino difícil

El joven colombiano desplegó una intensa búsqueda a través de internet y de llamadas telefónicas, que le permitió conocer algunos datos. Descubrió que su madre biológica y su hermano vivían en Cartagena, otra ciudad de Colombia y, con el único dato de sus nombres, viajó para encontrarlos en diciembre del año pasado. Sin embargo, la búsqueda fue infructuosa y no dio con sus familiares.

Pasaron seis meses hasta que Erick retomó la búsqueda. En junio de este año, se animó a contar su historia a través de las redes sociales y consiguió que importantes medios colombianos también la publicaran. Luego de 12 horas de que se dio a conocer la noticia, recibió una llamada en la que le indicaron el paradero de su hermano y su mamá biológica.

El reencuentro

A finales de junio, el muchacho llegó hasta Villanueva, donde se encontraba su gemelo. Era tal la emoción que cargaba que pasó al lado de él y no lo reconoció. Pero cuando los periodistas le indicaron que estaba frente su hermano, no pudo contener sus lágrimas y ambos se fundieron en un abrazo.

Luego conoció a Clementina, su mamá biológica, que le explicó a Erick que, cuando nacieron, no contaba con recursos para mantener a dos bebés y que Nubia, su madre adoptiva, la ayudó y decidió criarlo.