En medio de un rebrote, Estados Unidos recomendará a sus ciudadanos aplicarse una dosis de refuerzo

Los expertos en salud de Estados Unidos podrían recomendar la aplicación de inyecciones de refuerzo contra el coronavirus ocho meses después de recibir la segunda dosis de la vacuna.

Desde hace meses, los funcionarios de salud de la nación norteamericana han analizado si se requerirán dosis adicionales para los vacunados a partir de septiembre. Para esto se basaron en las cifras de casos registrados en el país, así como la situación en otros países.

Para garantizar una protección más duradera a medida que la variante delta se propaga por todo el país los organismos sanitarios de Estados Unidos recomendarían las dosis de refuerzo, y esto podría suceder esta misma semana.  

También se espera que la Administración de Alimentos y Medicamentos (en inglés, FDA) apruebe formalmente las vacunas, que por ahora se distribuyen bajo lo que se conoce como “autorización de uso de emergencia”.

La semana pasada, los funcionarios de salud de Estados Unidos recomendaron la aplicación de una tercera dosis para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, como los pacientes con cáncer y los receptores de trasplantes de órganos.

“Ante la evidencia de que la efectividad de las vacunas disminuye con el tiempo, en las próximas dos semanas se oficializarán las vacunas de refuerzo a los estadounidenses”, dijo el director de los Institutos Nacionales de Salud, el Dr. Francis Collins.

Entre los primeros en recibirlos se encontrarían los trabajadores de la salud, los residentes de hogares de ancianos y otros estadounidenses mayores, que fueron algunos de los primeros en ser vacunados una vez que se autorizaron las vacunas en diciembre de 2020.

Desde entonces, Estados Unidos ha vacunado con al menos una dosis a más de 198 millones de sus residentes, según las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (en inglés, CDC).

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Los casos de coronavirus se multiplican en Estados Unidos

Con el establecimiento de la variante Delta del coronavirus como cepa dominante, las autoridades médicas de Estados Unidos se enfrentan nuevamente a un incremento pronunciado en el número de casos.

La mayoría de contagios se producen en comunidades no vacunadas, pero en las últimas semanas se han registrado un número creciente de “infecciones de avance” en personas completamente vacunadas.

Los últimos estudios muestran que las inyecciones son altamente protectoras contra los efectos graves del coronavirus, pero los resultados publicados del mes pasado sugirieron que el efecto disminuye casi seis meses después de la segunda dosis.