CUBA

Entre restricciones, Cuba habilitó la creación de pequeñas y medianas empresas

El país busca darle un impulso a su economía centralizada por el Estado.
viernes, 20 de agosto de 2021 · 12:07

Cuba publicó un conjunto de nuevas normas que regularán la creación y funcionamiento de las recién aprobadas micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que podrían ser propiedad del Estado, de la empresa privada o mixta.

A través del decreto-ley 46, publicado el jueves en la Gaceta Oficial de la nación cubana, se estableció que las mipymes “son unidades económicas con personalidad jurídica, que poseen dimensiones y características propias” y tendrán como objetivo “desarrollar la producción de bienes y la prestación de servicios” para satisfacer las necesidades sociales.

Las futuras micro, pequeñas y medianas empresas podrán “exportar e importar, gestionar y administrar sus bienes, definir los productos y servicios a comercializar”; también podrán “elegir a sus proveedores, clientes, destinos e inserción en mercados”; y “operar cuentas bancarias y acceder a cualquier fuente lícita de financiación”.

El 13 % de los trabajadores de Cuba son autónomos.

La nueva reglamentación comercial de Cuba permitirá a estas empresas “fijar los precios de sus servicios y bienes”, con la excepción de “aquellos que sean de aprobación centralizada”. Asimismo, podrán determinar “su estructura, plantilla, cantidad de empleados e ingresos”.

Finalmente, las empresas cubanas podrán ser integradas por uno o más socios, a través de una constitución mercantil clasificada de acuerdo con el número del personal. Las micro estarán conformadas por entre 1 y 10 personas; las pequeñas por 11 a 35 empleados; y las medianas por entre 36 y 100.

En junio, el Gobierno cubano había iniciado el proceso de legalización de las mipymes.

 

No se permitirán empresas en sectores “estratégicos”

El Gobierno de Cuba adelantó que las mipymes privadas no podrán abarcar los sectores de salud, telecomunicaciones, energía, defensa, prensa, radio, televisión, caza, explotación mineral, literatura, documentos legales, entre otras actividades reservadas para el Estado.

La medida surge en medio de una de las crisis más graves en la historia reciente de la nación comunista, cuya economía se contrajo en un 11 % a raíz de la pandemia de coronavirus y al refuerzo de sanciones internacionales, sumada a la demora en la habilitación de las reformas aprobadas en 2011 para descentralizar el modelo productivo nacional.