Violación a los DDHH en Uruguay: torturaron a un hombre por 40 días en una cárcel

La cárcel Santiago Vázquez es una de las más peligrosas de Uruguay y el módulo 11, uno de los más inseguros en todo el recinto. Hay 750 personas detenidas y por las noches solo un policía los custodia. En este recinto, un grave hecho puso en alerta a las autoridades: un reo fue víctima de graves violaciones a sus Derechos Humanos y, durante mucho tiempo, nadie hizo nada por ayudarlo.

El periodista Gabriel Pereyra sacó a la luz la historia. Un joven de 28 años que fue sentenciado a cuatro meses de prisión por robo fue enviado a la unidad 4 de la cárcel del país vecino, conocida anteriormente como Comcar, y le tocó cumplir su pena en el módulo 11, donde vivió una verdadera pesadilla.

El hombre contó que permaneció 40 días secuestrado por otros cinco presos con los que compartía celda, quienes lo golpearon, lo torturaron y abusaron de él en distintas formas. La víctima presenta desnutrición, una grave infección y anemia.

El estado de salud del preso es extremo. Sus días más crueles terminaron cuando el líder de la celda salió en libertad. El joven tuvo que ser trasladado a un centro asistencial en silla de ruedas, pero, después de ser atendido, regresó a prisión para continuar con su condena, esta vez en el módulo nueve.

Luego que la historia saliera a la luz, se pronunció el Ministerio del Interior a través de un comunicado en el que aseguró que siete presos sufren cuadros de bajo peso y la mayoría están relacionados con el consumo de estupefacientes. El titular de la cartera, Luis Alberto Heber, se refirió al caso denunciado en una conferencia de prensa.

Nos hacemos cargo de esta situación, es algo que nos duele. No importa si ocurrió antes. Lo importante es que ocurrió ahora. Nos da vergüenza.

Qué medidas se tomaron

Ante los cuestionamientos respecto a las acciones que se tomaron al interior de la cárcel. Las autoridades de Uruguay aseguraron que se removió al director del módulo 11 y se nombró a otras personas que estarán a cargo de esa y otra división en la prisión.

Al Instituto Nacional de Rehabilitación se sumaron 56 policías para que, a partir de lo ocurrido, sean dos efectivos por módulo los que presten seguridad durante la noche.

Debido a la exigencia de cambios más profundos, el Gobierno se comprometió a revisar periódicamente las medidas y a los reclusos y a modernizar la vigilancia. Aseguraron que habrá supervisión médica al menos una vez por semana y cada recluso recibirá un trato digno.