JAIR BOLSONARO
Jair Bolsonaro arremetió contra la Corte Suprema por iniciar investigaciones en su contra
El presidente brasileño convocó a una multitudinaria marcha en la que no se respetaron los protocolos sanitarios.
En el Día que Brasil celebra su Independencia, el presidente Jair Bolsonaro convocó a una movilización y arremetió contra la Corte Suprema, que lo investiga por las campañas de noticias falsas y amenazas a la democracia en el país. El mandatario advirtió en su pronunciamiento: “O el jefe de ese poder pone en caja a uno de los jueces de la corte o ese poder puede sufrir aquello que no queremos que ocurra”.
El jefe de Estado habló frente a sus seguidores, se escudó en la libertad e instó a actuar contra las instituciones democráticas si siguen las indagatorias en su contra y dirigió su inconformidad al magistrado Alexandre de Moraes.
No queremos pelear con ningún poder, pero no podemos admitir que una persona turbe nuestra democracia y ponga en riesgo nuestra libertad.
Bolsonaro sobrevoló el centro de Brasilia, donde de concentraron miles de sus seguidores, luego se desplazó en coche por la Explanada de los Ministerios, la zona donde se concentran las principales sedes de los poderes del Estado y por la tarde se trasladó a San Pablo, donde se sumó a otra concentración.
Quiero decir a aquellos que me quieren volver inelegible en Brasilia: solo Dios me puede sacar de allá.
El mandatario se refirió a las próximas elecciones presidenciales de 2022, donde participará el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y en el que se pondrá en marcha un nuevo sistema electrónico de votación. Exigió que se garanticen comicios limpios, democráticos y con un conteo público de votos.
Bolsonaro se anticipó a lo que podría enfrentar
Jair Bolsonaro dijo estar seguro que no le tocará enfrentar a la Justicia y nunca irá a prisión. Sus declaraciones fueron luego de advertir al máximo tribunal que habría consecuencias si actúan en su contra.
Los participantes de la marcha fueron vestidos con camisas y banderas que representan los colores de Brasil sostenían pancartas en las que pedían, entre otros asuntos, la destitución de los magistrados del Supremo y hasta una intervención militar. La actividad se desarrolló sin respetar los protocolos sanitarios.
