A un año del asalto al Capitolio de Washington: así se prepara Estados Unidos para el 6 de enero

A escasos días de cumplirse el primer aniversario del violento asalto al Capitolio de Washington DC el 6 de enero del 2021, los temores sobre una nueva rebelión nacionalista en la sede del Congreso de Estado Unidos se hacen cada vez más fuertes.

Este domingo, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos confirmó en su cuenta de Twitter que, entre el miércoles y el jueves, “se desplegará un contingente policial y militar a las afueras del Parlamento para evitar un nuevo ataque extremista contra la democracia del país norteamericano”. 

Aunque no se informó la cantidad exacta de uniformados que protegerán el Congreso, la prensa local habla de entre 5 mil y 10 mil hombres. Una cifra muy por debajo a los 25 mil soldados que se desplegaron en la capital de Estados Unidos el pasado 20 de enero, durante la toma de posesión del presidente Joe Biden. 

Por otra parte, la agencia de seguridad de Capitolio anunció que, desde la tarde del miércoles hasta la madrugada del viernes, “el paso vehicular hacia las calles adyacentes al Congreso de Capitol Hill estará completamente suspendido”, así como “las movilizaciones civiles”. 

Investigaciones en curso 

Un año después del brutal asalto a la sede administrativa del Estado, los procesos judiciales contra los manifestantes violentos continúan abiertos. Hasta la fecha, el FBI (Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos) ha logrado identificar a unas 700 personas. 

Todas estas han recibido acusaciones penales por “vandalismos, daños a la propiedad del Estado e intento de desestabilización del orden constitucional”, cargos por los cuales podrían pasar hasta cinco años de prisión. 

Mientras que los autores materiales intelectuales del delito aún no han sido identificados. Las primeras investigaciones apuntaban al expresidente del país, Donald Trump, por ser el supuesto incitador de la violencia. Pero luego de un Juicio Político en su contra, el Congreso desestimó los cargos. 

Sin embargo, un año después del incidente, el proceso judicial vuelve a girar alrededor del exdirigente y sus asesores políticos más allegados, incluidos algunos republicanos miembros de la Cámara de Representantes.