ESTADOS UNIDOS
Miles de antivacunas protestan en Estados Unidos contra las nuevas medidas sanitarias
Pese al repunte de contagios diarios, escépticos de la vacunación se niegan a inmunizarse.
Miles de manifestantes antivacunas se reunieron hoy en las escalinatas del Monumento a Lincoln para rechazar el nuevo decreto federal que impone la obligatoriedad de las vacunas en las escuelas públicas y privadas de Estados Unidos y para todos los trabajadores de la salud.
La medida sanitaria, que entrará en vigor a partir del próximo mes de febrero, forma parte de un paquete de restricciones impulsadas por el presidente Joe Biden para acelerar la ralentizada campaña de vacunación en Estados Unidos, el país con más contagios y muertes por coronavirus en todo el mundo.
El paquete de medidas sanitarias imponía la vacunación obligatoria para las escuelas de todos los niveles, los centros de atención médica y salud y para los trabajadores de grandes empresas con más de 100 empleados. Sin embargo, la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó esta última por considerarla “ilegal”.
La gran mayoría de las personas que asistieron a la protesta de este domingo marcharon sin utilizar mascarillas ni respetar el distanciamiento social preventivo. Algunos iban vestidos con batas médicas y portaban carteles con frases como: “Fin a la tiranía”, “Basta de restricciones” y “Libertad para los no vacunados”.
Estados Unidos, el nuevo epicentro de la pandemia
Esta nueva movilización antivacuna y antirestricciones en Estados Unidos se da justo en un contexto complejo para la nación norteamericana, dado que toda esta semana se han registrado cifras de contagios diarios extremadamente altas.
El 4 de enero, Estados Unidos registró más de un millón de casos positivos de coronavirus en un día, imponiendo una nueva marca mundial de contagio diarios. Además, acumula más de 70.6 millones de infecciones y 866.540 asociadas a la enfermedad viral, la cifra más alta de todo el planeta.
Por su parte, la campaña de vacunación contra la pandemia solo ha alcanzado al 62% de la población, lo que lo convierte en uno de los país de la región más atrasados en términos de inmunización.
