NUEVA ZELANDA
Nueva Zelanda comenzó con el arresto de antivacunas que se mantienen frente al Parlamento
La policía los acusa por conductas agresivas y obstrucción a la autoridad.
Nueva Zelanda lucha con los antivacunas que desde hace dos semanas se instalaron frente al Parlamento de Wellington para protestar en contra de las restricciones derivadas de la pandemia y las vacunas que previenen la gravedad en los contagios de coronavirus.
En las últimas horas, la policía de Nueva Zelanda comenzó con la detención de personas que intentaron obstaculizar la instalación de barreras en los alrededores de la sede de Gobierno. El país del Pacífico sur ha sido bastante tolerante con los opositores, pero sostiene que no permitirá la escalada de violencia.
Ocho personas fueron detenidas, mientras siete agentes de la policía resultaron con heridas leves esta madrugada. Nueva Zelanda impulsó un operativo para evitar el ingreso de más camiones que limiten la circulación en los alrededores de la instancia de Gobierno.
Más de 300 agentes fueron desplegados para desalojar a los antivacunas, que en dos semanas han generado un fuerte caos en la capital. Se estima que son más de un millón de personas las que respaldan las manifestaciones y han colocado casi mil tiendas de campaña y hasta 800 camiones en los alrededores de las principales instituciones.
La población quiere que se retire a los inconformes
La situación es cada vez más desesperante para los residentes de la nación, que piden a las autoridades que convenzan a los inconformes de volver a sus casas o impulsen un plan para desalojarlos por la fuerza.
Hasta el momento, el Gobierno de Nueva Zelanda es el que ha impuesto las restricciones más duras contra el coronavirus a nivel mundial. Impulsó duros confinamientos que permitieron reducir al mínimo las infecciones y mantuvo cerradas sus fronteras para limitar el ingreso de extranjeros.
A la fecha, el país acumula solo 33.300 infecciones en total y 53 fallecidos. Más del 95% de la población recibió la pauta completa de vacunación, pero las autoridades se muestran preocupadas por el impacto de la variante Ómicron.
Más de 2.300 casos se confirmaron este lunes, lo que significa un repunte importante y se le atribuye a la llegada de la variante Ómicron, que en varios países de América causó el colapso de los sistemas sanitarios.
