Rusia comienza la retirada desde el norte de Ucrania y se habilitan varios corredores humanitarios

Rusia comenzó una rápida retirada del norte de Ucrania, las zonas cercanas a Kiev y Chernigov, donde desde hace varias semanas hubo una escalada violenta que dejó cuantiosos daños y a cientos de personas fallecidas.

De acuerdo a las autoridades ucranianas, las condiciones humanitarias en las zonas tomadas por Rusia son catastróficas. Las tropas de la nación bicontinental comenzaron a retirarse, al mismo tiempo que la Cruz Roja intenta evacuar a miles de civiles desde Mariúpol, una ciudad destruida casi en su totalidad.

Rusia ha bombardeado diferentes regiones, pero también ha perdido una cantidad importante de soldados que no pudieron ganarle a la resistencia ucraniana. “Está bastante claro que Rusia escogió otra táctica prioritaria: retirarse hacia el este y el sur”, informó el Ministerio de Defensa de Ucrania.

“Rusia quiere mantener el control de vastos territorios ya ocupados y ganar un poderoso punto de apoyo allí”, añade la comunicación que cuestiona el llamado del Kremlin para reclutar a más jóvenes que estén dispuestos a combatir en la nación vecina.

La nación liderada por Vladímir Putin buscaría establecerse en la franja costera sur, que comprende la península de Crimea y hasta las dos regiones de Donbass. Tendrían la intención de recuperar, más adelante, el control alrededor de Kiev.

Las evacuaciones en Mariúpol

Mientras Rusia se moviliza hacia el sur, las autoridades ucranianas junto a la Cruz Roja trabajan en habilitar corredores humanitarios que permitan la evacuación de Mariúpol, una ciudad casi fantasma ubicada en las costas del Mar de Azov.

Mariúpol está también en el sur del país y desde hace varias semanas está completamente sitiada. Las condiciones de vida se volvieron catastróficas, sin alimentos, medicamentos, servicios de electricidad y agua potable.

Hasta el momento, más de 6 mil personas fueron evacuadas desde esta ciudad, pero quedan muchas personas que viven en medio de los escombros, la mayoría son ancianos y familias que están recluidas en el sótano de sus casas.