Se duplican los casos de sarampión en el mundo a medida que la pandemia retrocede

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtieron, este miércoles, sobre un alarmante repunte de casos del virus sarampión en el planeta entre los meses de enero y febrero de este año, una escalada preocupante que se da justo cuando la pandemia del coronavirus empieza a retroceder. 

Según un informe publicado, hoy, por ambos organismos, en los primeros dos meses del año 2022, se reportaron unos 17.338 casos de sarampión en todo el mundo, lo que representa casi el doble de los 9.665 contagios globales del virus registrados entre enero y febrero de 2021.

“Se trata de un incremento de 7.673 casos más que los diagnosticados el año pasado”, detalló la OMS y agregó: “Esta suba se debe al retraso de las campañas de vacunación mundiales contra el sarampión y otras enfermedades virales prevenibles”.

Y es que, con la llegada de la pandemia y el inicio de la campaña global de inmunización, la mayoría de naciones priorizaron el operativo sanitario y desviaron todos sus recursos para acelerar la lucha contra el virus SARS COV 2. Una medida que ha dejado a demasiados niños sin protección contra el sarampión y otras enfermedades. 

“El riesgo de que aparezca un brote masivo de la enfermedad está latente, sobre todo por el relajamiento de las restricciones sanitarias y el resto de medidas preventivas para contener el coronavirus. Queremos impulsar la vacunación contra el sarampión para evitar una nueva epidemia”, puntualizó el texto. 

Qué es y a quiénes afecta el sarampión 

Se trata de una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta, principalmente, a los niños. Puede causar complicaciones de salud severas, como ceguera, diarrea intensa, encefalitis (inflamación del cerebro), infecciones de oído y neumonía. Algunas de estas pueden derivar en la muerte del paciente. 

Es de fácil prevención mediante la vacunación, pero su efecto directo sobre el cuerpo puede llegar a ser letal. En muchos casos, puede debilitar el sistema inmune de los niños y eponerlos a otras enfermedades infecciosas más peligrosas.