SHANGHÁI

Las autoridades de Shanghái aseguran que erradicaron el coronavirus, pero mantienen el confinamiento

China enfrenta su peor brote del virus desde que comenzó la pandemia.
martes, 17 de mayo de 2022 · 10:53

Shanghái es la ciudad china más afectada por el coronavirus y, durante varias semanas, sus residentes permanecen bajo un estricto confinamiento. La población sufre las complicaciones para acceder a insumos básicos, medicamentos y alimentos.

La ciudad más grande del país cuenta con casi 26 millones de habitantes y la gran mayoría de ellas fueron confinadas en sus viviendas y bajo estrictas medidas sanitarias y de seguridad. En Shanghái se realizan pruebas contra la enfermedad casi todos los días y los casos positivos son enviados a centros de aislamiento.

Las autoridades relajarán el confinamiento en las próximas horas.

En las últimas horas, Shanghái informó que logró una tasa de cero COVID 19 en todos sus distritos, algo que levantó un fuerte revuelo en las redes sociales debido a que la gran mayoría de personas siguen totalmente confinadas.

El Gobierno ha decidido mantener sus restricciones con la intensión de sofocar el brote generado por la variante Ómicron, pese al rechazo de la población que ha salido a las calles para manifestarse por la escasez de comida y los problemas en la distribución.

A diario se realizan pruebas masivas de la enfermedad.

El encargado de salud en la mega urbe, Zhao Dandan, reiteró que los 16 distritos de tienen un nivel casi nulo de coronavirus, lo que significaría que las más de mil infecciones registradas en las últimas 24 horas, fueron detectadas al exterior del área de cuarentena.

 

Comienza el proceso de reapertura

El alcalde de Shanghái, Chen Tong, anunció que inicia un proceso de reapertura que se lleva a cabo por etapas y comenzará esta semana. Varios complejos residenciales siguen con estricta vigilancia y los cambios se implementarán a partir de hoy.

El acceso a comida y medicamentos es limitado.

La estrategia impulsada en China contra el coronavirus incluye un estricto cierre de las fronteras, largas cuarentenas, pruebas masivas, confinamiento y la limitación en el funcionamiento de farmacias y supermercados.