ESTADOS UNIDOS
Las oficinas migratorias de Estados Unidos lucen saturadas por la gran cantidad de solicitantes
Miles de personas cumplen con los requisitos para pedir asilo y las oficinas del ICE no logran satisfacer la demanda.
A diario, quienes pasan frente a las oficinas del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, en español) de Estados Unidos se observan largas filas de migrantes que esperan, incluso durante días completos para ser recibidos y presentar su solicitud de asilo.
Las imágenes con tiendas de campaña afuera del establecimiento llegaron hasta el Congreso de la nación norteamericana y el congresista Darren Soto pidió mejores condiciones para quienes llevan mucho tiempo en Estados Unidos y piden una oportunidad para regular su situación.
“Nuestras familias inmigrantes merecen más respeto que este trato inhumano”, dijo el funcionario al referirse a las condiciones en las afueras del ICE en Orlando, Florida. Soto envió una carta al secretario de Seguridad de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, y al director interino del ICE, Tae Johnson, para que se revisen los protocolos implementados en las instalaciones.
Muchas de estas personas llegaron recientemente al país y buscan citas con agentes de inmigración. Hay hombres, mujeres y niños durmiendo en autos y tiendas de campaña bajo el calor de Florida.
A los migrantes que son procesados por los agentes de migración en la frontera sur de Estados Unidos se les permite desplazarse para reunirse con sus seres queridos, pero deben hacer oficial su solicitud y acatar la decisión de las autoridades.
No tienen capacidad de atención
Las autoridades migratorias del territorio estadounidense reciben en promedio a 60 personas diarias, cuando cada 24 horas se inscriben unos 200 solicitantes en cada sede estatal. A la espera se suma el largo proceso y una gran cantidad de requisitos que deben ser presentados en tiempo y forma.
La administración del presidente Joe Biden aseguró que impulsaría una política migratoria más tolerante; sin embargo, ha enfrentado varios obstáculos para cumplir con sus promesas en el Congreso, donde los republicanos se niegan a abrir las puertas a más personas.
