Arqueólogos descubren una mega ciudad maya al sur de México: tiene más de 1.500 años de antigüedad

El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) reveló este viernes las primeras imágenes de lo que se cree podría ser el mayor descubrimiento arqueológico de la última década. Se trata de las ruinas de una mega ciudad maya enterrada en pleno corazón de la selva de Yucatán, al sur del país.

En diálogo con Reuters, el director del INAH de México, Diego Prieto Hernández, reveló que esta antigua urbe maya “podría tener más de 1.500 años de antigüedad”, dadas las características arquitectónicas de la construcción. Además, se estima que “alrededor de 4.000 personas” habitaron en esta ciudad del sur del país. 

Fuente: (Infobae) 

“La ciudad fue bautizada con el nombre Xiol, que en lengua maya significa “Espíritu de hombre”. Está compuesta por cinco grandes palacios, varias pirámides, plazas y restos de casas más sencillas, por lo que creemos que más de 4.000 personas vivían aquí, entre sacerdotes, dignatarios, escribas y gente común”, indicó el director de la entidad mexicana.

Por su parte, el líder de los arqueólogos que dirigió la excavación del sitio, Carlos Peraza, destacó que “Xiol podría haber estado activa entre los años 600 y 900 después de Cristo (d.C.). 

“Sabemos que al sur de México se ubican las mayores civilizaciones de la cultura maya en nuestro país, pero es raro que hayamos encontrado esta ciudad aquí, cerca de Mérida”, precisó el experto. 

Otros hallazgos importantes

El grupo de investigadores también localizó entre las ruinas de Xiol los restos de lo que parece ser un cementerio, en el cual se hallaron varios cuerpos correspondientes a niños y adultos. “Los restos fueron sepultados con utensilios de obsidiana y sílex, además de ofrendas y otras pertenencias”, reveló Peraza. 

Durante los trabajos de excavación también se encontraron vasijas de la época, restos de indumentaria maya, artículos para el trabajo manual como mazos y cuchillos, y los restos fósiles de animales marinos, por lo que se estima que los habitantes de esta ciudad complementaban su dieta con peces de la costa de Yucatán.