TEXAS
Qué error admitió la policía después del tiroteo en una escuela de Texas
Las familias de las víctimas piden que se investigue el proceder de los agentes en el lugar.El estado de Texas sigue conmocionado por el tiroteo reportado en Robb Elementary School, donde 19 niños y 2 docentes perdieron la vida esta semana. Hace unas horas, las autoridades reconocieron que la Policía cometió graves errores durante el operativo.
Los elementos de seguridad que llegaron a la escuela ubicada en Uvalde, al sur de Texas, tomaron la decisión equivocada, al no ingresar antes y esperar demasiado tiempo para entrar al centro de estudios. Los policías del estado creían que el tirador estaba en un salón vacío; sin embargo, había una gran cantidad de estudiantes.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, relató lo ocurrido, aunque esto no implica que el saldo de víctimas fuera menor. “En retrospectiva, fue una decisión errónea. Creemos que se debería haber entrado lo antes posible”, reconoció el funcionario.
Los familiares de las víctimas han cuestionado duramente el accionar policial, ya que muchos padres llegaron a la escuela y exigían que ingresaran las autoridades, pero, según McCraw, los efectivos creían que el sospechoso estaba atrincherado solo y no había sobrevivientes entre los alumnos.
No defiendo nada, pero si nos remontamos a la línea de tiempo, hubo cientos de disparos en cuatro minutos en esas aulas. Los disparos posteriores fueron esporádicos y se produjeron en la puerta.
El funcionario explicó que los oficiales en el lugar creyeron que Salvador Ramos solo intentaba mantener la distancia con las fuerzas del orden, pero un llamado al 911 desde el interior del salón confirmó que había sobrevivientes, unos nueve niños que esperaban ser rescatados.
Mucho tiempo de espera
La Policía de la jurisdicción forzó la puerta del aula 34 minutos después de la llamada a emergencias, según el informe. Para ingresar, utilizaron una llave maestra y en el interior confrontaron y abatieron al tirador que ya había ultimado a 21 personas.
La masacre comenzó a las 11:28 de la mañana del martes 24 de mayo y las autoridades tardaron unos 90 minutos antes de ingresar al salón de clases donde estaba el atacante.